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Vivienda

Víctimas de otros dos derrumbes en La Habana Vieja: 'no nos dan la cara, nos hacen promesas que no cumplen'

La Habana sigue cayéndose y las soluciones no llegan para cientos de familias.

La Habana

Los derrumbes de edificaciones antiguas en La Habana continúan. En la noche del 3 de agosto ocurrieron otros de estos incidentes en dos solares de La Habana Vieja que acentúan la odisea de cientos de familias cubanas. El primero ocurrió en la Calle Factoría 57, entre Apodaca y Corrales, cuando en un solar de 23 cuartos se cayó buena parte del pasillo del segundo piso. Afortunadamente no hubo ningún lesionado.

Aunque enseguida quitaron los escombros y colocaron unas tablas para el paso de los residentes en el segundo piso, varios de los vecinos aseguran que la ansiada reparación del inmueble quedó nuevamente en promesas por parte de las autoridades.

"Este edificio se encuentra en un pésimo estado desde hace muchísimos años, la mayoría de las paredes tienen humedad, todos los techos se filtran, ahora el vicepresidente del Gobierno nos dijo que debíamos esperar 15 días a ver qué decisión toman, pero esta edificación está en peligro de derrumbe total y no se hace nada, aquí corremos peligro", declaró a DIARIO DE CUBA Luz María Melgar, una de las afectadas.

"Hemos ido varias veces al Gobierno a reclamar que esto sea reparado porque sabemos que no hay casas ni albergues, pero muchas veces no nos dan la cara o nos hacen promesas que no cumplen, cualquier día alguien puede morir o herirse si se cae una pared o un techo, tengo una nieta de dos años que es asmática y la humedad es permanente", lamentó Valentina Zoe, otra vecina de Factoría.

En ese solar viven más de 50 personas, entre ellas diez menores de edad.

En una situación más incómoda quedaron cinco familias de un segundo piso en la calle Gloria 360, entre Suárez y Revillagigedo, ante la caída de una pared de una edificación en ruinas sobre un baño común del edificio contiguo que lo dejó totalmente inutilizable. El suceso ocurrió en la madrugada del 4 de agosto. La edificación dañada es de los años 30 y su pasillo se encuentra totalmente apuntalado. En ese estado lleva ya más de 20 años.

"En la mañana de ese día vinieron los bomberos y sacaron a las familias, se retiraron los escombros y se nos dio almuerzo y comida porque estuvimos dos días sin servicio de gas. Somos cinco familias, entre ellas cuatro niños pequeños que compartíamos un baño común que ya no existe, debemos hacer nuestras necesidades en la calle, y no se sabe hasta cuándo estaremos así", comentó a DIARIO DE CUBA Carlos Herrera, uno de los afectados.

La crítica situación de estas personas se suma a la de cientos de familias cubanas que malviven en edificaciones en mal estado constructivo en este municipio y otras zonas de la capital.

Recientemente dos derrumbes más, uno en la calle Monte y otro en la calle Oquendo agravaban la crisis de la vivienda en Cuba, donde existe un déficit de 800.000 viviendas y la mayoría de las existentes se encuentra en regular o mal estado.

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