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Religión

Fieles, religiosos y miembros del clero despiden con honores al cardenal cubano Jaime Ortega

El Arzobispado de La Habana recibe mensajes de condolencias de gobiernos y figuras internacionales.

La Habana

Fieles, religiosos y miembros del clero cubano rinden honores este sábado al fallecido cardenal cubano Jaime Ortega Alamino, en la Catedral de La Habana, la parroquia del que fuera arzobispo de la capital y que ejerció de mediador con el Gobierno cubano.

Centenares de personas han asistido ya a las misas de cuerpo presente ofrecidas en el templo desde el viernes en la tarde, pocas horas después de la muerte de Ortega, que falleció a los 82 años tras sufrir un cáncer por largo tiempo, precisó un reporte de EFE.

Las puertas de la Catedral, ubicada en el corazón del centro histórico habanero y símbolo de la ciudad, permanecerán abiertas hasta este domingo en la tarde, cuando concluirán los ritos funerarios de despedida a esta controvertida figura, alabada por muchos, criticada sobre todo por sectores de la oposición cubana.

Natural de Matanzas, Ortega Alamino fue ordenado cardenal en 1994 y desempeñó un relevante papel al frente de la Iglesia Católica en un periodo en que la Isla recibió la visita de tres papas (Juan Pablo II en 1998, Benedicto XVI en 2012 y Francisco en 2015).

Fue durante casi 35 años arzobispo de La Habana hasta que en 2016, cuando ya padecía un cáncer en fase terminal, según se reveló más tarde, cedió el puesto al hasta entonces arzobispo de Camagüey, Juan de la Caridad García.

El excardenal de La Habana actuó como correo para entregar las cartas que el papa Francisco dirigió a Raúl Castro y Barack Obama ofreciendo el amparo de la Iglesia Católica en el proceso de acercamiento diplomático entre ambos gobiernos.

Jugó un papel esencial en el proceso por el cual más de 100 prisioneros políticos fueron enviados al exilio en España en 2010.

El 26 de abril de 2016, el papa Francisco aceptó su renuncia por edad.

Condolencias

Varias figuras y gobiernos han trasmitido sus condolencias por la muerte de Ortega, entre ellos el propio gobernante Miguel Díaz-Canel, quien alabó el "innegable aporte" del sacerdote en el "fortalecimiento de las relaciones entre la Iglesia Católica Romana y el Estado cubano".

A través de un telegrama firmado por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, y dirigido al actual Arzobispo de San Cristóbal de La Habana, monseñor Juan de la Caridad García Rodríguez, el papa Francisco expresó su pésame por la muerte de Ortega.

Como se lee en el escrito, recogido por Vatican News, el Santo Padre extendió "sus más sentidas condolencias y su paternal cercanía a sus familiares, así como al clero y a los fieles de esa Arquidiócesis.

Igualmente, el Pontífice "ofreció sufragios por el eterno descanso del difunto, que sirvió a la Iglesia y a sus hermanos en los diferentes encargos que la Providencia le confió", a la vez que envió su bendición apostólica "como signo de esperanza cristiana en el Señor Resucitado".

España lamentó el fallecimiento del cardenal Ortega y envió un mensaje de condolencias a familiares y allegados del Arzobispo emérito de La Habana y a toda la comunidad católica de la Isla.

En su misiva, el Ejecutivo de Pedro Sánchez reconoce y valora la importante labor pastoral, política y social de Ortega en Cuba a lo largo de las últimas décadas.

El Movimiento Cristiano Liberación (MCL) quiso "acompañar a los familiares del Cardenal Jaime Ortega Alamino en su deceso.

"Debemos resaltar su labor pastoral en la Diócesis de Matanzas, Pinar del Río y La Habana por más de cuatro décadas. También en su intercesión en el 2010 en negociaciones con el Gobierno español, cuando una parte del grupo de la Primavera Negra del 2003 fue desterrado. Que el Señor Jesús, lo acoja en su misericordia", declaró.

Para el líder opositor Antonio Rodiles, Ortega se convirtió en los últimos tiempos en "un freno muy lamentable para la Iglesia Católica por su papel de defensor del régimen".

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