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Sociedad

'El hombre más pobre y más fotografiado de La Habana'

Así vive uno de los 'figurantes' contratados por la Oficina del Historiador para animar a los turistas en la capital cubana.

La Habana
José Manuel Soto Flores trabajando como figurante.
José Manuel Soto Flores trabajando como figurante. F. CORREA

"Ese soy yo, el hombre más pobre y más fotografiado de La Habana", dice José Manuel Soto Flores, quien trabaja como "figurante" en el Casco Histórico de la capital y es conocido como "El gran taita Julián".

"Vivo en un cuartico de un solar en Cuba y Amargura, en un edificio en peligro de derrumbe. Lo que me paga la Oficina del Historiador me lo gasto en medicinas. Ahora mismo no tengo un centavo ¡y mira que se fotografían conmigo y me toman vídeos…! Pero lo que me dan los turistas es calderilla. A veces creo que soy una estatua, como la del Caballero de París".

"El gran taita Julián" tiene 68 años. Es uno de esos personajes costumbristas situados en diferentes puntos de la "Ciudad Maravilla", junto a pregoneros, mimos, fruteras, maniseros, caricaturistas, para animar el recorrido de los turistas.

De la Oficina del Historiador recibe 360 pesos cubanos, 10CUC y un tabaco al mes. En 2005 le dieron vestuario para que representara a un esclavo del siglo XVIII, pero esa ropa ya no existe.

El taita era marinero en los años 70 del siglo pasado. Navegaba en una embarcación pesquera, Landa 102, que —dice— "fue ametrallada y llevada detenida con la tripulación a Miami".

"Allí estuvimos presos nueve meses hasta que nos devolvieron a Cuba. Pensamos que éramos héroes, pero enseguida nos enviaron a calar palangres (aparejos de pesca) en Yucatán", recuerda. Un día, "una ola viró la lancha y perdí los dos pies con la propela".

"Luego del accidente me dieron baja médica con una pensión que no me alcanzaba. Tras pasar por varios oficios y amputaciones producto de la gangrena que me caminaba, escuché que Eusebio Leal estaba buscando personajes para su proyecto en La Habana Vieja, y enganché esta pinchita de costumbrista", añade.

"Hace un tiempo me daba, pero ahora, con lo dura que se ha puesto la vida y mi enfermedad, parece como si me hubiera caído la suerte negra".

El caricaturista Jorge Urgellés, que también se gana la vida en el Casco Histórico, conoce José Manuel Soto Flores desde hace más de una década y asegura que es tremendo personaje.

"Y es cierto que es el más fotografiado. No hay turista que pase y no le tome una foto o se haga un selfie. El taita aparece en catálogos y en revistas extranjeras que hablan de La Habana Vieja; lo vi una vez en la portada de una publicación brasileña, pero ni un centavo le llega de eso".

"Vive en una cueva bajo una escalera. La gangrena es su azote, todos los años le roba un tramo de cuerpo. En cambio, siempre lo verás con una sonrisa y el porte sumiso del negro esclavo. Es el más pobre de todos los personajes del Casco Histórico y el que mejor lo encarna".

Pulú, que es vecino del taita en el solar de Amargura, dice que no hay nada más parecido a un esclavo del siglo XVIII que José Manuel Soto Flores.

"Vive prácticamente en un barracón, bebe agua en una jícara, duerme en el suelo. ¿Qué significa un dólar en comparación con todas las fotos que le toman y utilizan? ¿Qué va hacer el taita con un dólar? Sí, es cierto, le alcanza para una cajita de comida y para sobrevivir hasta el otro día e irle arriba al trabajo otra vez, igual que sus antepasados esclavos en los tiempos de la colonia".

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