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Emigración

Los emigrantes cubanos están transformando una de las peores ciudades de México

Alojamientos que estaban prácticamente abandonados son ahora un hogar para los isleños.

Ciudad de México
Mara Ibis, cubana que trabaja en el restaurante.
Mara Ibis, cubana que trabaja en el restaurante. Cubanet

La economía del centro de Ciudad Juárez se ha rehabilitado con la llegada de más de 4.000 cubanos que actualmente se ven obligados a hospedarse en algunos de los hoteles más decrépitos, al estar saturados los diez albergues que las iglesias han habilitado en la ciudad para recibir a los emigrantes.

Alojamientos que estaban prácticamente abandonados, son ahora hogar para los isleños que llegan a esa ciudad de México. Las tarifas incluso se han triplicado con su llegada, refiere un reportaje de CubaNet.

"El hotel se cae a pedazos, no hay agua caliente ni internet, hay cucarachas", afirmó Yuniel, que prefirió omitir sus apellidos, y que comparte una pequeña habitación con otros dos cubanos y un niño.

Landy Arteaga llegó sin dinero a Ciudad Juárez el 12 de marzo tras una travesía de dos años. A los dos días de arribar, vio un anuncio en un local de pollo asado en la Avenida Juárez en el que se necesitaba un cocinero. Convenció al dueño para asarlos con la sazón cubana, preparar comida de la Isla y cambiar el diseño del local.

"Venía poca gente y ahora mismo los mexicanos vienen a comer comida de Cuba. Lo que más les gusta es la ropa vieja. Amo la cocina, yo amo mi trabajo", dice Arteaga, que en Matanzas trabajaba en la construcción.

Con el renacer del negocio, el propietario ha requerido a otros cuatro cubanos.

Todos los días al cocinar el arroz congrí, yuca frita, bistec de res o pollo frito, entre otros muchos platos, piensa en un tatuaje que lleva en su pecho izquierdo. Sólo dice María Teresa Montalvo, pero para él es todo.

"Es mi mamá, es mi vida, mi corazón, es una de las cosas por la que viene para acá", dijo a la reportera Judith Torrea este padre de tres niños. Fue ella quien le enseñó también a cocinar.

La mexicana Cristina Ibarra apenas vendía tacos en El Mariachi, un restaurante que regentaba en la Avenida Juárez, camino que lleva al puente fronterizo Paso del Norte-Santa Fe, por el que se cruza a El Paso, Texas.

Su suerte mejoró cuando comenzaron a llegar una media de 100 migrantes cubanos cada día para solicitar asilo político en Estados Unidos. Cuando buscaban qué comer, se acercaban a preguntarle a la dueña de este local típico mexicano si tenía arroz.

Un día, esta viuda de 43 años y madre de dos hijos solucionó el problema. Les ofreció que ellos mismos cocinaran su arroz, que a ella "ni le gustaba hacerlo ni sabía cómo". La sorprendieron con varios manjares de la cocina cubana.

Las filas de isleños no se hicieron esperar. La comida se acabó en dos horas. Así comenzó la historia de cómo un restaurante mexicano se convirtió en cubano.

Ibarra traspasó su negocio a un local más amplio situado en la calle Ramón Rayón, cercano a la oficina de Correos. La pequeña Habana en Ciudad Juárez no había hecho más que nacer.

"Nunca he estado en Cuba, pero siento como que estoy de viaje. Siento como que estoy en otro país" dijo Ibarra, propietaria del primer restaurante cubano de esta ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos, rodeada de fotos del Malecón de La Habana, el Morro Cabaña y el Capitolio. Imágenes que imprimió desde Internet y que decoran las paredes del local.

"Son buenos trabajadores y honestos. Una señorita que me acaba de llegar es ginecóloga. Yo necesito trabajar y ellos necesitan un ingreso y yo también necesito un ingreso, y nos hacemos fuertes", aseguró.

Gracias al restaurante, hay juarenses que han regresado a frecuentar esta zona, además de vecinos del lado estadounidense de la frontera que acuden a disfrutar de lo mejor de la Isla sin salir de México y por 55 pesos mexicanos el platillo, unos tres dólares, sin incluir la bebida.

"Estaba buscando trabajo y no encontraba. Gracias a Dios pude encontrarlo aquí. Realmente tengo temor a la noche en Juárez, pero uno vino a pelear y no puedo quedarme sentado", aseguró Daniel Santiago, médico estomatólogo de 26 años, otro de los empleados del local. 

Hasta el pasado 17 de abril, 300 cubanos han sido deportados a la Isla desde México. Son miles los que se encuentran varados en varios estados. Solo entre Chiapas y Juárez suman 3.000 cubanos a la espera de un permiso para continuar viaje a EEUU, mientras que otros miles cruzan el país de sur a norte, con la esperanza de cruzar la frontera norte.

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