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Diplomacia

El príncipe Carlos parte a cenar con Díaz-Canel, aunque a Camila no la convenza la comida cubana

Londres dice que la visita refleja la creciente relación con La Habana.

La Habana

El príncipe Carlos y su esposa Camila inician este domingo la gira por el Caribe que los convertirá en los primeros miembros de la realeza británica en visitar Cuba, informa Reuters.

La pareja real hará un periplo de 12 días por diez islas, entre ellas Santa Lucía, Barbados, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, y Granada, según su oficina privada.

Muchas de las islas son antiguas colonias británicas y la madre de Carlos, la reina Isabel, sigue siendo su jefa de Estado.

El 24 de marzo, Carlos y Camila aterrizarán en La Habana para una visita de tres días a solicitud del gobierno británico, que quiere resaltar los mejores lazos entre Londres y el Gobierno cubano, según Reuters.

Durante la estancia, la pareja cenará con Miguel Díaz-Canel, con quien Carlos, el heredero del trono británico, se reunió ya en noviembre cuando cumplió 70 años. El gobernante cubano estaba entonces de visita en Londres.

Los cocineros que atiendan a la pareja en la Isla se verán ante el reto de complacer a Camila, duquesa de Cornwall, quien ha dicho que la comida cubana no la entusiasma.

Camila habría hecho el comentario durante una visita a la Corte Suprema de Londres, en febrero. "A la duquesa le encanta la música cubana y está muy interesada en la arquitectura, pero la comida no le termina de convencer", reveló la baronesa Hale de Richmond, presidenta de ese tribunal.

En un vídeo publicado en Twitter, el embajador británico en Cuba, Antony Stokes, dijo que la visita refleja la creciente relación entre Londres y La Habana, incluida una mayor cooperación en la biotecnología y las energías renovables.

Carlos, un ecologista, visitará una granja solar en Cuba que está siendo construida por una compañía británica. También escuchará los planes del Gobierno de Díaz-Canel para enfrentar el cambio climático.

"Eso no significa que estemos de acuerdo en todo, no lo estamos, pero una diplomacia significativa puede ayudarnos a hablar más de cerca tanto en temas en los que estamos de acuerdo como en los que diferimos", dijo Stokes.

El senador estadounidense Rick Scott, de Florida, donde reside la mayor comunidad de exiliados cubanos, instó públicamente a Carlos cancelar su viaje a Cuba y, en cambio, visitar el estado norteamericano.

En el centro histórico de La Habana se encuentra un pequeño jardín que es un raro homenaje a la princesa Diana, la fallecida primera esposa de Carlos.

"Ella era una figura muy querida en Cuba", dijo Margarita Rego, de 73 años, quien trabaja para la oficina del historiador de La Habana. Rego comentó que los cubanos han leído y escuchado hablar de ella en revistas extranjeras que circulan informalmente en la Isla.

Aún así, muchos cubanos saben poco de la realeza británica y otros son indiferentes.

"Muchos extranjeros han venido aquí y sigue todo igual", dijo Julio Poyato, de 76 años, al quejarse de la frágil economía de Cuba, todavía altamente centralizada.

"No hay huevos, no hay pollo, no hay nada", dijo el exsoldador, que lucha por vivir con una pensión de alrededor de diez dólares mensuales, en alusión a la escasez de productos básicos.

Carlos tiene previsto conocer a algunos de los emprendedores privados cubanos, así como a un grupo de propietarios de autos clásicos británicos en La Habana. Por lo general este tipo de encuentros son seleccionados y supervisados por las autoridades cubanas.

El príncipe y Camila concluirán su gira por el Caribe con una visita a Islas Caimán, un territorio británico de ultramar.

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