Raúl Castro dedicó este martes un discurso quejoso al aniversario 60 de la Revolución que encabezó su hermano, Fidel Castro. Como ha sido constante en las últimas seis décadas, pidió a los cubanos más sacrificios y confianza en un futuro una y otra vez pospuesto.
El general expresó seguridad en que la nueva Constitución del régimen recibirá un "respaldo mayoritario" en el referendo convocado para el próximo 24 de febrero.
"La obra realizada nos permite vislumbrar un porvenir digno y próspero para la patria", dijo en el cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, junto a la tumba de su hermano.
Elogió la gestión de su sucesor al frente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel. No obstante, dibujó un panorama adverso, tanto por la situación económica interna como por la debacle de los aliados de La Habana en la región.
El general, que encabeza del Partido Comunista, llamó a prepararse "para los peores escenarios" frente a Estados Unidos, a cuyo Gobierno acusó de haber retomado la política de "confrontación". Dijo que es un deber de los cubanos "no dejar espacio al desconcierto e improvisación".
Se quejó de que Washington señala a La Habana "como una amenaza para la región" y la culpa "de todos los males".
"El pueblo heroico de ayer y de hoy (…) comprometido con los ideales y la obra de la Revolución que suma ya cuatro generaciones de cubanos, ha sabido resistir y vencer en las seis décadas de ininterrumpido bregar en defensa del socialismo, siempre basado en la más estrecha unidad entorno al Partido y a Fidel", afirmó.
"Continuaremos priorizando las tareas de preparación de la defensa" con el objetivo de "preservar la soberanía y la paz", dijo.
Aseguró que su régimen está dispuesto a "convivir civilizadamente" con Estados Unidos, "en una relación de paz, respeto y beneficio mutuo", pero que los cubanos están preparados para "resistir" la confrontación.
Echó encima a las nuevas generaciones el deber de continuar la Revolución. En ese sentido, expresó satisfacción por los primeros meses de Gobierno de Díaz-Canel.
El sucesor, designado por el propio Raúl Castro, no ha dejado de repetir, desde que en abril asumió el cargo, que representa la "continuidad".
"Puedo afirmar que el proceso de trasferencia a las nuevas generaciones de las principales responsabilidades marcha bien; es más, muy bien, sin tropiezos ni sobresaltos, y estamos seguros de que así continuaremos", dijo Raúl Castro.
"Nos sentimos profundamente satisfechos, felices y confiados al ver con nuestros propios ojos cómo las nuevas generaciones asumen la misión de proseguir la construcción del socialismo, única garantía de la independencia y soberanía nacional", añadió.
Afirmó que "la dirección del Partido Comunista de Cuba respalda decididamente los pronunciamientos y las acciones" de Díaz-Canel, "incluyendo su sistema de trabajo basado".
A diferencia de Raúl Castro, de 87 años de edad, Díaz-Canel aparece con frecuencia en los noticieros, realiza recorridos por el país y mantiene una cuenta en Twitter.
En cuanto al referendo constitucional, el general dijo que "en pocos días" comenzará a distribuirse a la población, en un tabloide, el texto definitivo de la nueva Carta Magna.
La nueva Constitución mantiene el papel del Partido Comunista como la "fuerza política dirigente superior de la sociedad" y reafirma el control estatal de la economía. Reconoce el papel del mercado y otras formas de propiedad, pero afirma que Cuba "no volverá jamás" al capitalismo porque "solo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena".
Algunos reclamos, como la autorización de la existencia de otros partidos políticos y medios de prensa independiente, y la posibilidad de elegir directamente al presidente del país, han sido desoídos.
En el referendo del próximo 24 de febrero los cubanos solo podrán decir Sí o No al texto completo; o sea, no existirá la oportunidad de rechazar laguna de sus partes.
El descontento con el texto ha llevado a organizaciones de la sociedad civil a defender un voto de rechazo, mientras el Gobierno se emplea a fondo intentando asegurar el Sí.