#MaisMedicos Bolsonaro miente. Todos son médicos reconocidos. Casi todos retornaron. ¿Dónde están los "nuevos médicos" contratados? No discriminen familias brasilero-cubanas! Lula libre! No Bolton-aros goebbelianos. No neoliberalismo/neofacismo | #LulaLivre pic.twitter.com/6VYBmKiaFs
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) 19 de diciembre de 2018
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrrilla, negó que el Gobierno de Cuba tuviera "agentes e integrantes del Ejército" infiltrados en Brasil entre los especialistas que participaban en el programa Más Médicos.
Rodríguez Parrilla respondió en su recién estrenada cuenta en Twitter al presidente electo Jair Bolsonaro, quien declaró a través de sus redes sociales que unos 200 profesionales cubanos de los 8.332 desplegados en Brasil "no tenían que ver con la medicina".
"Bolsonaro miente. Todos son médicos reconocidos. Casi todos retornaron", escribió Rodríguez Parrilla.
El ministro también preguntó dónde están los nuevos médicos contratados por el Gobierno brasileño para cubrir las plazas que dejó vacantes el personal que retornó a la Isla.
"¿Dónde están los 'nuevos médicos' contratados? No discriminen familias brasilero-cubanas! Lula libre! No Bolton-aros goebbelianos. No neoliberalismo/neofacismo", añadió Rodríguez Parrilla en su tuit.
El ultraderechista Bolsonaro, que será investido presidente el próximo 1 de enero, dijo el martes que "los 200 primeros (médicos cubanos) que se fueron eran todos agentes cubanos o integrantes del Ejército cubano".
"Estaban aquí vigilando el trabajo esclavo practicado por ellos aquí dentro, con la connivencia del Partido de los Trabajadores" (PT), agregó.
La participación de los médicos cubanos en Más Médicos comenzó en 2013 bajo el mandato de la entonces presidenta brasileña Dilma Rousseff con el objetivo de garantizar la atención sanitaria a comunidades aisladas de la Amazonía, en las favelas y zonas pobres del país suramericano.
Sin embargo, el programa había sido propuesto mucho antes por el Gobierno cubano, según cables diplomáticos desvelados en el marco de una investigación que realiza DIARIO DE CUBA.
Ante lo que calificó de nuevas condiciones "inaceptables" planteadas por Bolsonaro, La Habana anunció el pasado 14 de noviembre la retirada de su personal.
Las autoridades de la Isla acusan al ultraderechista de atacar a los cooperantes cubanos y de pretender violar lo acordado con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Gobierno brasileño, al considerar que los médicos cubanos debían revalidar su título en el país sudamericano —como se exige a todos los profesionales— y acceder a Más Médicos a través de la contratación individual.
El presidente electo sostuvo que los médicos cubanos eran "esclavos" de una "dictadura". Bolsonaro puso además como condición que los profesionales debían recibir íntegramente su salario y poder tener consigo a sus familiares.
El Gobierno cubano, que se queda con el 70% de lo que paga Brasilia por el trabajo de los médicos, mientras la OPS se embolsa otro 5%, se lanzó en una carrera contrarreloj por recuperar a unos trabajadores que constituyen su principal fuente de ingresos. Testigos de la operación denunciaron haber recibido llamadas con tono amenazante por parte de los coordinadores.
Rodríguez Parrilla señaló que "casi todos retornaron", sin embargo no precisa cifras, como tampoco lo han hecho otras autoridades ni la prensa estatal de la Isla que dio por cerrada la operación la semana pasada sin actualizar el número de especialistas que habrían vuelto a la Isla.
El lunes 10 de diciembre fue recibido un grupo de 409 "cooperantes" en medio de otro acto político. Entonces, la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN) informó que el Gobierno habría recuperado a 5.853 de los profesionales de la salud que estaban en el país sudamericano.
Según pudo confirmar DIARIO DE CUBA, hasta el 3 de diciembre 850 médicos no habían embarcado de vuelta a Cuba en los vuelos programados, una cifra que podría haber aumentado en las últimas dos semanas.
A pesar del control y la presión de las autoridades, un 22% de los médicos habría optado hasta ese momento por resistir el castigo de no poder volver a la Isla ni ver a sus familiares en ocho años.
