La Comisión de los EEUU para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés) pidió esta semana al Gobierno de Cuba que cumpla su compromiso de llevar a cabo un proceso constitucional legítimo e inclusivo con un lenguaje que respete los estándares internacionales para la libertad religiosa.
Según la vicepresidenta de USCIRF, Kristina Arriaga, la solicitud está basada en informes de amenazas contra defensores cubanos que reclaman garantías constitucionales más firmes de la libertad religiosa, recogió la página oficial del Gobierno estadounidense.
"La integridad de este proceso histórico está en serio cuestionamiento si se ignora a los líderes religiosos y luego se los presiona para que apoyen públicamente una nueva Constitución que no protege sus derechos", dijo Arriaga.
"Instamos al Gobierno cubano a que cese de inmediato todas las tácticas de intimidación y considere las propuestas presentadas por las organizaciones religiosas para garantizar la libertad de religión y de conciencia para los cubanos de todas las religiones o ninguna", añadió.
El borrador inicial de Constitución presentado por la Asamblea Nacional de Cuba omite varios puntos de protección para la libertad religiosa y las palabras "libertad de conciencia", que existían en la constitución anterior, de acuerdo con los informes citados.
También echan en falta el lenguaje que protege la libertad religiosa contenido en el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que Cuba firmó en 2008.
"La exclusión de estos principios, la vaguedad del nuevo lenguaje y las disposiciones legales actuales que limitan la protección de la libertad religiosa suscitan gran preocupación sobre el compromiso del gobierno cubano de garantizar este derecho humano básico para sus ciudadanos", dijo Arriaga.
"Este es un punto crucial en la historia de Cuba cuando el Gobierno tiene la oportunidad de realizar una reforma real a través de su nueva constitución", señaló.
Después de meses de recopilar opiniones del público sobre la futura Carta Magna, la Comisión Constitucional está revisando las propuestas de cambios y se espera que presente un borrador revisado a la Asamblea Nacional para su aprobación en enero.
En febrero de 2019, los cubanos votarán la nueva Constitución a través de un referéndum público.
USCIRF ha documentado el hostigamiento generalizado de líderes religiosos y activistas en Cuba, que continúa hoy, en su Informe Anual de 2018, recalcó la nota publicada por la Comisión bipartidista.
También expresó su preocupación por que, si bien la actual Constitución cubana garantiza la libertad de religión o de creencias, en la práctica, este derecho está limitado por otras disposiciones constitucionales y legales y por la Oficina de Asuntos Religiosos del país.