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Política

Cuba y España tendrán un 'diálogo político permanente' sobre derechos humanos

Se trata de que al menos una vez al año haya encuentros entre los ministros de Exteriores.

Madrid

Los gobiernos de España y Cuba quieren dar estabilidad al reencuentro político que representa la visita que este jueves ha iniciado Pedro Sánchez a La Habana, la primera de un presidente español en 32 años. Con este objetivo, ambos países han acordado fijar un marco regular de consultas políticas de alto nivel similar al que Cuba tiene ya con la UE, según fuentes diplomáticas españolas citadas por el diario El País.

Se trata de que al menos una vez al año haya encuentros entre los ministros de Exteriores y con mayor frecuencia a nivel técnico. España quiere que la agenda de estas consultas incluya todos los temas, incluidos los derechos humanos, como sucedía en la etapa de Zapatero y que se abandonó con Rajoy.

"No es lógico que la UE tenga un canal de diálogo político con Cuba y no lo tenga España", alegan las fuentes consultadas.

El acuerdo de cooperación entre la UE y Cuba, que entró en vigor hace un año, prevé la celebración regular de consultas políticas sobre derechos humanos, objetivos de desarrollo sostenible o medidas unilaterales coercitivas (un eufemismo para referirse al embargo estadounidense). La última reunión se celebró en Bruselas el pasado martes.

El objetivo de dar estabilidad a la relación bilateral tropieza, sin embargo, con la inestabilidad política española. El principal problema no es la fragilidad del Gobierno, sino la falta de consenso con la oposición respecto a la política hacia Cuba.

La última prueba son las durísimas críticas de PP y Ciudadanos al viaje a Sánchez a La Habana. Pablo Casado le ha acusado de "cinismo" por poner el foco sobre Franco, que está muerto, mientras visita "a un dictador vivo", en alusión al gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel; mientras que Rivera le ha reprochado su "falta de valentía" por no reunirse con disidentes en La Habana.

Fuentes de Moncloa aseguran que lo eficaz no es "hacerse la foto" con los disidentes sino trabajar discretamente para que avancen los derechos humanos en Cuba, pero evitan revelar si Sánchez va a pedir a Díaz-Canel la liberación de Eduardo Cardet Concepción, líder del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), como le ha pedido Amnistía Internacional mediante una carta y el pleno del Senado en una moción aprobada el miércoles.

El hecho de que las relaciones con Cuba se hayan convertido en arma arrojadiza del debate doméstico hace muy difícil que la nueva etapa de diálogo pueda mantenerse si cambia la mayoría parlamentaria en España. Después de que Sánchez haya abierto la puerta a un adelanto electoral, la propia visita de los Reyes a Cuba, que se espera para noviembre de 2019, coincidiendo con el 500 aniversario de la fundación de La Habana, dependerá del color político del Gobierno que haya entonces en España.

Pese a ello, Díaz-Canel recibe a Sánchez con los brazos abiertos. El español es el primer mandatario europeo que visita Cuba tras el relevo en la jefatura del Estado, en abril pasado. Mientras que los líderes internacionales, salvo los españoles, hacían cola para visitar La Habana entre 2015 y 2017, ahora el régimen cubano vive un momento delicado. La llegada de Trump a la Casa Blanca y la caída de algunos de sus grandes aliados latinoamericanos, como el brasileño Lula, le han dejado más aislado. El colapso económico de Venezuela ha reducido las entregas de petróleo y la retirada de los más de 8.000 médicos cubanos exportados a Brasil supone una fuerte merma en la entrada de divisas. Aunque las sanciones de Washington son todavía limitadas, inhiben la llegada de inversiones extranjeras.

Además de las reformas en Cuba y las relaciones económicas, Sánchez, que viaja acompañado por los ministros de Exteriores e Industria, Josep Borrell y Reyes Maroto, respectivamente, abordará con las autoridades cubanas la situación en América Latina; especialmente Venezuela, Nicaragua y Colombia.

En los dos primeros países, el régimen cubano sigue teniendo una fuerte influencia, mientras que La Habana ha albergado las conversaciones de paz con las FARC primero y ahora con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en las que España se ha ofrecido como "facilitadora". Estas negociones están, sin embargo, en la picota después de que Bogotá haya denunciado la presencia en Cuba del jefe guerrillero del ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, circulado por Interpol, y exigido su detención.

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