Back to top
Transporte

San Germán-Holguín, 40 kilómetros que parecen cada vez más largos

Las opciones de los pobladores de la zona para llegar a la capital provincial son caras, insuficientes e incómodas.

San Germán

Cuarenta kilómetros separan San Germán de la ciudad de Holguín. No es una gran distancia; sin embargo, para los habitantes de la zona es cada vez más complicado recorrerla.

Diariamente, miles de personas necesitan trasladarse a la capital provincial por problemas de salud, para trabajar, hacer trámites o compras, pero las opciones disponibles y los precios lo dificultan. El público se aglomera en la terminal de ómnibus y a la salida del pueblo, a la espera de una oportunidad.

En la situación se conjugan el déficit de transporte estatal (guaguas o camiones adaptados) y la desorganización. Los dueños de vehículos privados convertidos en guaguas rústicas viven casi todos en Holguín. Parten de allí solo cuando llenan el vehículo para dar un viaje y luego hacen lo mismo en San Germán a la hora en que la gente debe regresar.

Lo único "fácil" es un taxi privado, que cuesta 40 pesos (moneda nacional), para muchos el salario de tres jornadas de ocho horas. Así que la mayoría no lo puede pagar y espera horas a que aparezca "cualquier cosa", para viajar en condiciones molestas, en medios inadecuados.

Los lunes y viernes son los peores días porque cientos de estudiantes van y vienen de las escuelas y la universidad.

"Se están haciendo ricos los choferes de estos 'almendrones'", opina Raúl Bermúdez. "Para colmo, atoran cuatro personas donde van tres y uno va como sardina en lata aunque pague caro".

"Los camiones que cuestan cinco pesos paran cada dos kilómetros, demorando el viaje el doble. Pero la diferencia de precio hace que muchas personas esperemos horas a que llegue un camión o a que se llene, si es por la tarde", añade.

"Hay gente que piensa que nos estamos enriqueciendo, pero nadie sabe todo lo que tenemos que pagar", se queja un chofer.

"El litro de combustible (diesel) lo tenemos que comprar a entre siete y ocho pesos (moneda nacional) en el mercado negro. Si tuviéramos que comprarlo en las gasolineras se pararía el transporte porque nadie podría pagar el precio. Imagínate, cuesta 1.20 CUC (peso convertible) cada litro (cuatro veces el precio del mercado negro)", explica.

"Nosotros tenemos que pagar mensualmente una patente de 350 pesos, más casi nueve pesos por una inspección técnica obligatoria y diez pesos diarios por usar la piquera", enumera.

"Hay que pagar también al cargador que pregona en Holguín los viajes, y las piezas, los arreglos, las gomas, los ponches, todo es en la calle, a precios siempre en incremento. Y las cosas se pierden y se ponen más caras", se queja. "Esa parte la gente no la ve y por eso cree que todo es ganancia. Este es un negocio muy caro, no todo el que tiene carro puede hacerlo".

Sea como sea, la población es la que sufre las consecuencias.

"A nosotros nos cobran igual que a todos. Pienso que el Gobierno debería fijar una tarifa para los estudiantes, porque los choferes dicen 'esto es oferta y demanda; si quieres viajar, paga o te quedas'", comenta una estudiante de Medicina.

"Mis padres no pueden costearme el pasaje en máquina con el salario de 400 pesos mensuales (16 dólares) que tienen, ni siquiera el camión. Mi mamá es ama de casa", agrega.

"Viajo todos los días para Holguín y tengo que levantarme a las 4:00 de la madrugada para tratar de coger turno y montarme en una rastra-bus (un camión inmenso que arrastra una guagua inventada y muy incómoda), que acá le llaman 'el charangón'", señala. "Es un gran sacrificio, pero cuando no puedo coger ese vehículo es mucho peor: me cuesta más caro y llego tarde a la escuela".

Un funcionario de Transporte reconoció que "la situación ha empeorado".

"Hemos retrocedido con respecto a unos años atrás", dijo en una conversación informal con este periodista. "El Consejo de Administración Municipal (CAM) trató de fijar un precio menos elevado a los llamados 'paneles' particulares, con capacidad para entre 14 y 18 pasajeros, para que cobraran diez pesos. Pero el resultado fue que desaparecieron de la ruta y nadie ha podido traerlos de vuelta. Es decir, que queriendo ayudar causamos más dificultades", lamentó.

"Por otro lado, se ha tratado de buscar una solución al problema de la acumulación de viajeros en San Germán por las mañanas mientras los carros están en Holguín porque los choferes están esperando llenar, y viceversa por la tarde. Incluso sabemos que hay choferes que están cobrando entre 30 y 40 pesos alegando que tienen que retornar vacíos", mencionó.

"Es un problema organizativo que no hemos sido capaces de resolver, pero creo que es posible y que no todo podemos dejarlo a la oferta-demanda. Hay que organizar para que funcione bien. Pero esto lleva una coordinación intermunicipal que no se ha hecho", admitió.

Antes del llamado Período Especial, la empresa de transporte en San Germán ofrecía diez salidas al día para Holguín, ocho vía San Francisco y dos vía Níspero.

Esta última fue eliminada y de la primera solo quedan cuatro.

Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.