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Sucesos

Las dos sobrevivientes del desastre aéreo siguen críticas, una de ellas empeora

Holguín sigue llorando a sus muertos. El obispo Emilio Aranguren pide fuerza y unión para sobrellevar la 'angustia'.

La Habana

Las dos sobrevivientes de la tragedia aérea ocurrida en Cuba el viernes 18 de mayo permanecen en estado crítico extremo, informó este miércoles el director general del hospital Calixto García, Carlos Alberto Martínez, citado por la oficial Prensa Latina.

El galeno explicó al medio estatal que las pacientes responden bien a estímulos neurológicos, sin embargo, los pronósticos son reservado, en el caso de Mailén Díaz (19 años), y desfavorable para Emiley Sánchez (39 años).

Sobre el tema, el especialista precisó que Díaz se encuentra en estado crítico extremo con alto riesgo de complicaciones por la severidad de las lesiones.

En declaraciones en el hospital capitalino, Martínez precisó que Emiley Sánchez comenzó a presentar empeoramiento de la función respiratoria.

Esa paciente se reporta en estado crítico extremo, con alto riesgo de complicaciones, y su pronóstico es desfavorable en correspondencia con la magnitud de las quemaduras (41% del cuerpo), lamentó.

De acuerdo con el médico, el equipo multidisciplinario encargado de la atención a las ingresadas realiza de manera periódica evaluaciones para adoptar medidas que correspondan a su estado evolutivo.

"Poseemos todos los recursos materiales necesarios y los especialistas con la capacidad técnica y tecnológica para dar respuesta a aquellas situaciones que presentan las jóvenes", añadió.

De la tragedia aérea solo sobrevivieron tres mujeres —todas cubanas—, pero una de ellas, la joven de 23 años Gretell Landrove, falleció el lunes último por lo que elevó la cifra total de decesos a 111.

El viernes 18 de mayo un Boeing 737-200 con casi 40 años de explotación de la compañía mexicana Damojh, arrendado por Cubana de Aviación, se precipitó en las inmediaciones del aeropuerto internacional José Martí de La Habana con 113 personas a bordo, 102 cubanas y 11 extranjeras.

Por su parte, el doctor Sergio Rabell, director del Instituto de Medicina Legal de Cuba, informó este miércoles que se han identificado hasta el momento a 58 de los fallecidos en el siniestro aéreo.

La ciudad cubana más golpeada por la tragedia aérea llora a sus 67 muertos

Todavía enlutada por la tragedia que segó la vida de 67 de sus hijos en uno de los peores desastres aéreos de la historia de Cuba, la ciudad de Holguín continúa llorando a sus muertos.

La conocida como "Ciudad de los Parques" no ha sido la misma desde que al mediodía del pasado viernes, el vuelo DMJ 972 de Cubana de Aviación se estrelló minutos después de despegar.

A pesar de que en las calles de Holguín el día a día continúa, en los rostros de los holguineros las miradas pesan y las palabras se pierden. Los dolientes son cientos: no hay quien no haya perdido a un hermano, un primo, un amigo, un vecino, un compañero.

"Este es un dolor intenso", reconoció el obispo holguinero, Emilio Aranguren, durante la misa ofrecida en la ciudad, llena de fieles y de otros, como Carlos, que se acercaron por primera vez, solo a ofrecer una rosa por un amigo de la infancia que "tuvo la mala suerte de perder un vuelo anterior y tomar ese".

"Queremos con nuestra oración ayudar a enjugar tantas lágrimas y a reconfortar en este duelo de las familias de nuestra diócesis que viven este difícil y triste momento", dijo Aranguren, presidente de la Conferencia Episcopal de la Isla, quien pidió fuerza y unión para sobrellevar "la angustia".

Para Arturo Montero, un "bicitaxista" que nació y se crió en la ciudad, "es terrible" lo que ha pasado, un "golpe muy duro, principalmente para la provincia de Holguín".

"El pueblo entero ha estado completamente de luto. Ver morir así de fácil a niñas de meses, a compañeros, a vecinos de años, es algo que uno todavía no comprende", aseguró a EFE conmovido.

Sin embargo, Montero explicó que la "solidaridad y la compasión" son casi tan grandes como el dolor que sienten.

"Según se van reconociendo los cadáveres (tras la identificación en el Instituto de Medicina Legal en La Habana) y van llegando, el pueblo se une y pone su granito de arena" para confortar a las familias, señaló.

Multitudes se reúnen desde el domingo en la funeraria "Los Álamos" de la capital holguinera, en velatorios masivos que se han tenido que extender a otros dos espacios de la ciudad.

Las urnas con las cenizas de las víctimas del Boeing 737 que cubría la ruta nacional Habana-Holguín comenzaron a llegar el domingo a sus lugares de descanso final, tras recorrer más de 700 kilómetros en una triste caravana.

En Holguín se hace el silencio cada vez que pasa uno de los tantos cortejos, a los que los vecinos siguen con la mirada.

"Es muy importante que el pueblo de Cuba entienda cuánto amor y cuánto dolor sentimos, pero lo estamos compartiendo todos al mismo tiempo", expresó a EFE Mercedes González, fiel de la Iglesia del Nazareno, que perdió a diez matrimonios pastorales que regresaban a casa tras un retiro en la capital.

González agradeció el apoyo hacia esa comunidad religiosa, conmocionada por las pérdidas y arropada por personas "que ni siquiera profesan las mismas creencias".

"En el dolor todos somos hermanos y esta es una de las horas más negras que nos ha tocado vivir", insistió Damara, una holguinera que conocía a varios de los pasajeros, incluyendo a Grettel Landrove, una de las tres únicas supervivientes del accidente, quien murió el pasado lunes en el hospital.

Según Damara, las personas "han venido desde todas partes de la provincia a despedirse de sus amigos y parientes".

"Tenemos tanto dolor que lo que nos toca es unirnos", declaró a EFE el primer secretario del Partido Comunista en Holguín, Luis Antonio Torres, durante el velatorio de María Salomé Sánchez y Manuel David Aguiar, uno de los matrimonios de la Iglesia del Nazareno que murieron en la tragedia.

Torres coincidió en que "hay historias dolorosas en casi cada rincón de la ciudad" y aseguró que las autoridades han tratado de acompañar a los dolientes, "para que no se sientan solos en su luto".

"Yo mismo trabajé de cerca con María Salomé, ingeniera de mucho prestigio en el territorio. Esta catástrofe nos ha tocado a todos de alguna u otra forma", agregó.

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