La delegación del régimen cubano que participaba en la inauguración de la VIII Cumbre de las Américas, este viernes, en Lima, se levantó de su mesa cuando iba hablar el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en protesta por sus declaraciones sobre el Gobierno de Raúl Castro, dijo el vicecanciller Rogelio Sierra.
"Cuando se anunció el uso de la palabra por parte del secretario general de la OEA, Luis Almagro, hemos decidido retirarnos de la sala", dijo Sierra, aclarando que no se retirarán de la cumbre, informa Reuters.
"En la tarde de ayer, Almagro pronunció declaraciones muy ofensivas sobre Cuba y sus autoridades", agregó Sierra. "En un acto de dignidad nos hemos retirado".
La Habana mantiene una relación tensa con Almagro, quien en reiteradas ocasiones ha criticado al régimen de Raúl Castro, ha condenado las violaciones de los derechos humanos y ha dado su respaldo a opositores como Rosa María Payá.
El Gobierno cubano incluso ha impedido a Almagro viajar a la Isla.
Armar jaleo parece ser el objetivo del régimen en Cumbre. Sin embargo, Raúl Castro no ha acudido, ha mandado una delegación encabezada por su ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
El miércoles, la delegación castrista enviada como supuesta representación de la sociedad civil boicoteó un foro en el que también participaba Almagro. El motivo fue la presencia en el mismo de opositores al régimen.
La Habana califica a la OEA de "instrumento de dominación imperialista".
Sierra se quejó de que Almagro se había reunido el jueves con miembros de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (JuventudLac), que encabeza Rosa María Payá.
"No podemos permitir que el pueblo cubano siga subyugado por una dictadura infame", dijo Almagro en ese encuentro, reportó la AP.
"La delegación cubana no tenía por qué admitir esas declaraciones", dijo Sierra, según la prensa oficial de la Isla.
"Almagro y la desprestigiada OEA no tienen ninguna moral ni ninguna autoridad para emitir juicios o juzgar a países de la región o a Cuba", añadió.
El régimen, que persigue el disenso dentro de la Isla, intenta con frecuencia acallar las voces de sus críticos también en el plano internacional.
La Seguridad del Estado cubana se empleó a fondo en las últimas semanas para impedir que la mayor cantidad posible de opositores saliera del país. El objetivo era impedirles llegar a la Cumbre de Lima.
Entre tanto, La Habana envió una delegación a la que describe como "representante de la legítima sociedad civil cubana", integrada solo por castristas y dirigentes de organizaciones políticas.