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Economía

Los 'compañeros' ricos

Especialistas de la economía y el cuentapropismo discuten en Cuba sobre el enriquecimiento y la desigualdad.

La Habana

El del título ha sido el tema más reciente del debate público que convoca Temas, la más importante publicación de Ciencias Sociales que aparece en Cuba. Al finalizar cada mes, en el Centro Cultural Fresa y Chocolate de la capital cubana, tiene lugar esta cita que genera polémicas que, por supuesto, no tienen repercusión en otros medios oficiales.

Hasta ahora, las iniciativas implementadas por el Gobierno para "actualizar" el modelo económico solo han incrementado las brechas de desigualdad, pobreza, inconformidad y principalmente, ha generado una clase social emergente, la de los nuevos ricos, que hoy día sobreviven con la tolerancia de parte del oficialismo.

El debate, que será publicado en algún número de la revista Temas todavía no anunciado, reunió a especialistas de la economía y del cuentapropismo en el país. Participaron el exministro de Economía José Luis Rodríguez, los analistas Juan Carlos Albizu-Campos, Esnel González y el joven Oniel Díaz, asesor de la actividad privada en La Habana, todos moderados por Rafael Hernández, director de la publicación. Un auditorio de casi 200 personas abarrotó la sala.

Albizu-Campos divulgó cifras de lo que considera un alto ingreso promedio mensual en la actividad del trabajo privado en la Isla, cercano a los 20.000 CUC. El analista aclaró que esta cifra es posible debido a la actividad que proporcionan las rentas de mansiones para turistas y diplomáticos, el flujo de remesas del exterior, el turismo, la economía de frontera y emergente. Señaló que recientemente la fabricación de piezas y accesorios para autos clásicos de lujo cuyos propietarios están conectados con el circuito internacional, así como la habilitación de restaurantes de lujo que actualmente ejercen su actividad comercial en zonas residenciales como Vedado y Miramar, proporcionan altos dividendos.

José Luis Rodríguez afirmó que se trata de un tema complejo y difícil de determinar, toda vez que el Estado cubano no divulga en sus estadísticas oficiales, al menos desde el 2009, cómo se comporta el alto ingreso, medible únicamente en el mercado en divisa, ya que, por lo regular, los ingresos en el trabajo estatal se mantienen aún deprimidos.

El exministro criticó también la falta de iniciativas para el reaprovechamiento de la plusvalía que provee ese mercado, pues los cubanos no tienen posibilidades de invertir su dinero en la Isla ni de crecer como empresarios industriales en la actividad por cuenta propia.

Al respecto José Luis Rodríguez comentó las escasas probabilidades de expansión de las nuevas pymes cubanas debido a las medidas coercitivas del Gobierno para frenar su desarrollo. Si en 1994 se percibieron alrededor de 537 millones de dólares solo por concepto de remesas del extranjero, principalmente procedente de EEUU, en 2017 las cifras rondaron los 2.500-3.000 millones al año.

"El mercado TRD (Tiendas Recaudadoras en Divisa) en la Isla no alcanza para cubrir toda esa demanda", sentenció.

Esnel González declaró que no solo el cuentapropismo genera altos lucros en el sector privado, también el trabajo de pequeños agricultores que mantienen cuentas millonarias en los bancos, incluso, desde la década del 80. Este grupo no ha encontrado todavía capitalizar la producción agrícola, expandir sus negocios o invertir en la compra de herramientas y mejoramiento de la mecanización para obtener mayores dividendos.

Por su parte, Osniel Díaz llamó la atención sobre la deficiente política impositiva al cuentapropismo que debe estudiar mecanismos más justos para su implementación.

La investigadora Mayra Espina apoyó algunos de los planteamientos cuando mencionó que es necesario, al menos para obtener un modelo de bienestar ideal en Cuba, que una persona que labore en el sector estatal reciba como salario mínimo 1.000 CUP, y como salario medio 8.000 CUP para resolver sus problemáticas más esenciales en la actual sociedad cubana.

Una encuesta realizada entre el auditorio y divulgada allí mismo por Rafael Hernández reveló que el público considera entre los receptores de mayores ingresos a los propietarios de casas de renta, paladares, músicos, pequeños agricultores, entre otros, y en una escala menor, a los científicos, mineros, ministros, trabajadores de la industria azucarera, abogados y médicos.

La Habana, Ciego de Ávila y Matanzas, fueron consideradas las provincias con mayores ingresos en el país.

Otras cifras no reveladas por las estadísticas nacionales fueron allí divulgadas. Por ejemplo, que al menos el 25% de la población cubana vive bajo el umbral de la pobreza y que el salario medio para el trabajador estatal, entre 2010 y 2018, creció a 740 pesos cubanos ( aproximadamente unos 30 dólares).

Varias interrogantes en torno al movimiento de los grupos de altos ingresos en diversos sectores de la economía privada, las diferencias territoriales al interior del país con respecto a la capital y la falta de diversificación de la actividad agropecuaria, movieron las intervenciones de los panelistas.

El auditorio indagó en torno al patrón de desigualdad que políticamente la población está dispuesta a aceptar, cuestionó la política de implementación de la reforma agraria y debatió sobre la formación de nuevos grupos de poder debido a los altos ingresos, con ventajas públicas, privilegios políticos, etc., que pudieran fracturar la ideología comunista en la Isla.

El próximo encuentro convocado por la revista Temas estará dedicado a la corrupción en la Isla en diversas esferas de la sociedad cubana.

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