Tras participar en el traslado e inhumación de los cadáveres de varias figuras históricas de la revolución, el general Raúl Castro visitó los talleres de la Empresa Militar Industrial Desembarco del Granma de Santiago de Cuba —según publicó el oficial Cubadebate— "como parte de una agenda de trabajo que cumple por estos días en el oriente cubano".
Directivos de la empresa estatal, fundada en febrero de 1961, hablaron a Castro sobre las principales producciones que realizan, destinadas fundamentalmente al sector automotor, con el fin "de suplir las necesidades de la defensa del país y de la economía nacional".
Allí "se proyectan, diseñan y construyen medios de transporte, carros blindados, maquinarias, implementos agrícolas, entre otros renglones".
La empresa repara, además, camiones de las líneas Maz, Kamaz y Kraz, así como fabrica y recupera piezas de repuesto.
El general estuvo escoltado por José Ramón Machado Ventura, su segundo al frente del Partido Comunista; el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez; jefes de las FAR y el MININT, así como por el secretario del Partido en Santiago de Cuba, Lázaro Expósito Canto.
Según el sitio oficial, durante el recorrido Raúl Castro fue informado sobre otras líneas que allí se elaboran, "relacionadas con productos de aseo de alta demanda en la población, muebles para el hogar, puertas de aluminio y piezas de fibra de vidrio para la carrocería de vehículos".
El general se refirió a "las reservas que aún quedan sin explotar en la economía cubana para sustituir importaciones y generar mayores ingresos al país" y alabó "la alta preparación de los ingenieros, técnicos y obreros de este tipo de fábricas que son capaces de lograr producciones de alta calidad y demanda".
Antes de llegar a Santiago de Cuba, Raúl Castro recorrió otra instalación del mismo tipo en Camagüey. Por su visita a esa provincia, las fuerzas del régimen desplegaron un operativo durante el cual varios activistas y periodistas fueron sitiados en sus casas.