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Política

Los que le pasan el paño a la piedra de Fidel Castro, sin palabras para 'explicar lo que sienten'

El Gobierno paga al menos a una docena de empleados para que mantengan pulcra y vigilen la tumba del dictador.

Santiago de Cuba

El Gobierno paga al menos a una docena de trabajadores del Cementerio de Santa Ifigenia para que mantengan pulcra la piedra donde están enterradas las cenizas de Fidel Castro. No solo tienen que pasar el paño a la roca, también hacen jardinería, barren y no esperan a que se marchiten las flores para poner nuevas.

Según declaraciones que recoge el sitio oficial Cubadebate, custodian al difunto dictador "con total responsabilidad y orgullo".

Carlos Rosabal es el jefe de turno de los agentes de seguridad y protección del camposanto santiaguero, uno de los elegidos para vigilar la tumba desde el 4 de diciembre de 2016. Declara que lo han conmovido varios visitantes que se han acercado a rendir tributo al gobernante.

Mirtha Miranda Silegas y Maricel Medina "van y vienen por el llamado Sendero de la Patria. Con balde, colcha, trapeador, escoba y paño, se encargan de mantener la pulcritud de cada milímetro de ese espacio físico que para ellas resulta sagrado", describe el medio.

"Antes del 4 de diciembre de 2016 nos ocupábamos de la limpieza del mausoleo a José Martí, eso ya era muy importante en nuestras vidas. Después de esa fecha nos escogieron también para atender la zona de la piedra que protege a nuestro Fidel, y se convirtió en lo máximo, lo más grande que nos pudiera pasar", dicen.

"¿Usted se imagina? Día por día nos acercamos a esa roca, pasamos el paño por el mármol donde se inscribe en bronce su nombre, ponemos a cada lado una rosa blanca y las cambiamos en el transcurso del día si se marchitan, estamos siempre atentas a cada detalle para que todo esté a la altura que él merece…", añaden.

"Yo le digo que no hay palabras para explicar lo que se siente, sin duda vivo orgullosa de mi trabajo y se lo hago saber a todo el que tenga la oportunidad", añade.

Eduardo Landa, Onelio Cid, Gabriel Pérez, Noel Navea, Arturo Cruz, Yordanis Cabrera, Ismael Palacio y Rafael Hechavarría también se encargan de la limpieza y vigilancia de las tumbas de Mariana Grajales, Carlos Manuel de Céspedes, José Martí, los caídos en misiones internacionalistas y los mártires del 26 de julio de 1953.

"Nos complace que las personas expresen su admiración por lo bonito de la jardinería —dice Eduardo—, nunca hemos recibido un señalamiento por algo mal hecho o descuidado, y quienes pasan un tiempo sin venir y luego regresan no dejan de hablar de cómo están de cuidadas las plantas, y ahí mismo uno se siente feliz de saber que el esfuerzo que hacemos se nota y se queda grabado en fotos y videos que recorren el mundo entero".

La tumba de Castro está ubicada junto al mausoleo en el que reposan los restos de José Martí y, en octubre, sin consultar a nadie, el régimen trasladó a la misma zona del cementerio los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, como una aparente forma de "blindar" las cenizas del dictador escoltándolas con aquellos a los que cubanos de diferentes tendencias consideran héroes.

La tumba de Castro se ha convertido en una atracción turística y en lugar al cual el régimen suele llevar delegaciones como parte de su propaganda. Ha sido visitada además por aliados de La Habana como el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el ahora expresidente de Ecuador Rafael Correa.

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