Los especialistas del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), con sede en Santiago de Cuba, evalúan el comportamiento telúrico en América Latina y el Caribe, tras los fuertes temblores que sacudieron recientemente a México.
Los doctores Enrique Arango, vicedirector técnico, y Olearys González, investigador, dijeron a la oficial Prensa Latina que durante septiembre se registró un incremento de la sismicidad a nivel mundial en distintos límites de placas, con los dos reportados en territorio mexicano como los más notorios.
El último de estos provocó más de 350 fallecidos por derrumbes de edificaciones. Las autoridades decidieron demoler al menos 150 dañados tras el terremoto.
En opinión de los expertos "esos fenómenos no tienen relación directa con el territorio cubano porque se plantea que su origen estuvo en la zona de subducción por debajo de la placa de Cocos, en la parte de Guatemala y sur de México, que tiene características muy peculiares a diferencia de otras áreas de contacto de placas".
Precisaron, no obstante, sobre conceptos y teorías que apuntan a que, cuando hay un incremento mundial de la actividad sísmica y ocurre un evento de esa magnitud, aunque sea en otra zona generadora, se pueden disparar focos de terremotos.
Recordaron que internacionalmente se discute hoy la influencia de agentes externos como explosiones solares y alineamientos de planetas, entre otros, que pudieran en un momento determinado acelerar la liberación de tensiones en la corteza terrestre.
Arango y González consideraron normal el actual panorama sísmico en el archipiélago cubano, incluso con tendencia a ser bajo, lo cual no resulta precisamente una buena noticia. Explicaron que tras una situación así se puede acumular más energía que podría liberarse más adelante.
Desde enero hasta junio, en la Isla se han registrado 3.140 sismos, la gran mayoría en la región oriental, y de ellos solo 11 perceptibles.
En ese período, la zona "más energética" del país fue Pilón-Chivirico, en Santiago de Cuba, con 1.584 temblores reportados, según datos del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS).
El CENAIS anunció este año que instalará una red de equipos de fabricación china que, en caso de un terremoto fuerte, permitirán evaluar los datos de las sacudidas del terreno y los lugares con mayores perjuicios.