Con su cuarto lleno hasta el techo de "materia prima", Richard Guzmán se rompe la cabeza pensando cómo salir del callejón en que está metido.
Todos los establecimientos dedicados a la compra de envases, cartón, metales y plásticos reciclados cesaron sus actividades desde la llegada del huracán Irma y Richard se las está "viendo negras y sin un peso en el bolsillo".
A pesar de haber sido declarado "discapacitado mental" cuando era niño, Richard se provee el sustento y, además, ayuda a su familia, compuesta por sus dos abuelos que viven en la habitación contigua.
"Si llenar el cuarto de botellas y tarecos es un trabajo y se busca los pesos, está muy bien", dice Justa, la abuela de Richard.
En cambio el abuelo, Lázaro, cree que eso no deja de ser una locura: "Mira ahora, todos los centros de materia prima cerrados hasta nuevo aviso y nosotros muriéndonos de hambre".
"Cuba entera está parada", dice Richard. "No hay cerveza en la calle, la sacan a buchitos porque todo el vacío está en las casas de los recogedores. La fábrica de plástico está detenida igual".
Muestra su cuarto, donde 42 cajas de cerveza esperan a que reabra algún centro de recogida, junto a un sinfín de objetos de plástico y metal.
"No hay abierto un solo local de recogida en toda La Habana", asegura Richard y repite la frase "Cuba entera está parada" como una seguidilla.
Otro recogedor de materia prima, quien es una especie de líder del gremio, es Faustino, que observa el sitio junto al mar donde estuvo el centro de recogida de Jaimanitas, barrido literalmente por el huracán Irma. Solo sobrevivieron las columnas y el techo de cemento construido desde antes del triunfo de la Revolución.
"Los recicladores nos buscábamos la vida con la venta de materia prima recogida con mucho esfuerzo por la calle. El kilogramo de hierro nos lo pagaban a 40 centavos, el de aluminio a 13 pesos, el de plástico a cinco pesos, el de cobre a 11 pesos, el de latas a ocho pesos, las botellas de cerveza a un peso y 20 centavos y las botellas de ron a 2,50. Todo eso se acabó. Yo tengo mi casa atestada de materia prima y parece que tendré que comérmela con papa".
Faustino coincide con Richard en que el país está como detenido.
Luis Ponce, técnico en electrodomésticos, ha leído muchos libros y diserta de política con frecuencia. "Cuba no solo parada, también acéfala, porque se perdió la cabeza, la guía, el que tenía las ideas, el único que podía tenerlas se ha ido", apunta sin nombrar al difunto Fidel Castro. "Sobre cualquier tema podías tener una idea, pero era imposible materializarla. Entonces, si venía de 'él' la idea, la que fuera, igual si era una locura, enseguida esa idea estaba en marcha".
"Después de eso, nadie tuvo ideas. No solo en lo que respecta a la recogida de materia prima. Mira para allí, ¿ves esa brigada de reclutas? Lleva tres días con ese árbol que arrancó el ciclón. Seis soldados con un hachita. Viene uno y le da un poquito a una rama. Luego le pasa el hachita a otro, que le da otro poquito. Así se demoran una semana. En cambio una idea… ¿quieres ver lo que es una idea? ¡Dos motosierras eléctricas y vámonos para el próximo árbol!".