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Humor

Péguenle oreja a esto: la Operación Beethoven

'Para que vean que Cuba no se queda atrás, que si Putin cabalga a pecho descubierto y Kim mata con un cañón al hermano de su madre, Raúl Castro le crea tremendo ruido en el sistema a los americanos.'

Madrid
'Vamos bien'.
'Vamos bien'.

Putin poniendo la cosa mala en cuanta elección se celebra por el mundo, Kim Jong-un pasándole cohetes por arriba a Japón, Teherán lanzando un cohete con satélite desde la Estación Espacial Imam Jomeini, ¿y la aguerrida dirigencia revolucionaria cubana, qué?

¿Haciendo de hoteleros para yumas?

¿Pintándoles de rosado los almendrones?

¿Decorando en Godfather style los hoteles de La Habana?

Pantalla, paripé, embaraje y envolvencia: la Operación Beethoven se ha puesto en marcha.

Operación Beethoven, bajo el lema: "Tírale la música, Valentín, hasta dejarlos sordos". Y fueron diplomáticos estadounidenses los primeros beneficiados de ese plan. Con la adición de algunos canadienses, pues el Departamento América no iba a ponerse a distinguir fronteras una vez iniciada la Operación Beethoven. ¡Por debajo y por arriba del Niágara, una catarata de ultrainfrarrequetesonidos para todo el yumetaje!

Para que vean que Cuba no se queda atrás, que si Putin cabalga a pecho descubierto y Kim mata con un cañón al hermano de su madre, Raúl Castro le crea tremendo ruido en el sistema a los americanos.

"¡Pónle una buena de Gente de Zona pá que aprendan!", grita El Cangrejo con una camiseta de los Yankees y echándose el agua de un pomito por arriba.

"¡Llénenle de mocos las orejas!", reclama Mariela.

Marcha secretamente la Operación Beethoven hasta que en la Embajada de EEUU descubren que cada vez se entienden menos entre ellos. Oyen clarito a Randy Alonso, por ejemplo, pero no saben distinguir entre Aleida Gaga y Lady Guevara, es decir, Lady Gaga y Aleida Guevara.

"Yo oigo...", llega a decir un diplomático con la voz susurrada del niño de El sexto sentido, "...a los muertos".

Ese diplomático es capaz de escuchar lo que Lidia le dice a Clodomira, lo que Barbarroja maldijo antes de estrellarse en su carro. Sin tener que pegar el oído en el Cambolo de Santa Ifigenia (también llamado Buzón de los Picapiedra, Mojón de King Kong y otras lindezas), y a cientos de kilómetros de Santiago de Cuba, consigue escuchar en abiertas sílabas musitantes: "Ma... ri... con... zón..."

¡Avemaría purísima, Osvaldo Rodríguez cantando la Marcha del Pueblo Combatiente! Lo del Tuerto y sus továrichis es mucho para un cartucho.

Los yumas, finalmente, destapan la Operación Beethoven. Vamos que nos vamos, que se llevan a su gente, adiós almendrones rosados. Hugo OnCuba Cancio que jura que eso no puede ser, que a él nunca le ha pasado, que él oye perfectamente a Los Záfiros y es locura azul pasarse el tiempo de fiesta en La Habana, que a él no le pueden hacer eso, que no va a terminar como Hugo OffCuba Cancio.

Se le monta el espíritu de Oriana Fallaci a Rosa Miriam Elizalde y empieza a dictar las preguntas que los periodistas yumas tendrían que hacer ante el caso. El uruguayo Fernando Ravsberg culpa a la CIA y se gana un aplazamiento de su orden de deportación. Y abren tremenda candonga los yumas que se largan. ¡Eso sí es diplotienda, caballeros!

Ay, qué rico huele este champú. ¿A cuánto? Pero, ¿en dólares o en chavitos? ¿En cupidos o en cuquitos?

¿Qué es eso, tú? ¿Para qué sirve esta cosa? No sé, no sé, pero mira que está bonita...

Y así por el estilo. Lo cual no es nada para lo que se avecina, que será de queridos amiguitos. Hasta la Guardia Montada de Canadá va a tener que personarse en Washington en cuanto los diplomáticos cubanos expulsados se pongan a vender sus cosas.

Garage sale, garaje y sales, aquello sí que va a ser apelotonamiento, molotera, salpafuera, caminen pal fondo, repellamiento y autorrepellamiento.

La Operación Beethoven desatará en Washington la shopping más tremebunda de la que tenga memoria el miserable, abyecto y criminal capitalismo yanqui. Calentadores hechos con flotadores de inodoro con una resistencia eléctrica adentro, chancleta plástica con la que amenazar al televisor que no se ve, bicicleta de ejercicio con asiento de guagua Girón (lo que la convierte en bicitaxi), pasta de cerelac para pegar dientes postizos... Esto y más podrá encontrarse en las vendutas de esos cubaniches que vuelven a la patria.

Y, a la luz de estos artilugios, no quieran saber ustedes en qué consiste el aparatico con que la Operación Beethoven ensordecía yumas. Bútin tecnología tan puntera que tuvieron que llamar al excosmonauta Arnaldo Tamayo para que apretara el botoncito.

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