Washington ha dado este martes a La Habana siete días para sacar de Estados Unidos a 15 de sus diplomáticos, reporta la AP. Asimismo, ha confirmado otra víctima estadounidense de los llamados "ataques acústicos", con la cual la cifra sube a 22.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo en un comunicado que, al expulsar a los cubanos, Estados Unidos busca "garantizar igualdad en las respectivas operaciones diplomáticas" y que la decisión se debe al fracaso del Gobierno cubano en la protección de los diplomáticos estadounidenses acreditados en la Isla, obligatoria bajo la Convención de Viena.
Washington anunció el viernes la reducción, en más de la mitad, de su personal diplomático en Cuba, debido a los "ataques de naturaleza desconocida" que han producido a más de una veintena de ellos problemas de salud, en algunos casos severos.
Un funcionario de Departamento de Estado citado por la AFP dijo a la prensa que Washington entregó a la embajada de Cuba la lista de los 15 diplomáticos que tienen siete días, a partir de este martes, para salir del país, pero no los declaró "persona non grata", una designación que les habría impedido volver a Estados Unidos.
Según la publicación The Hill, el Departamento de Estado no precisó si la cantidad de cubanos expulsados se corresponde con el número de funcionarios que saldrá de la embajada de Estados Unidos en Cuba.
El personal diplomático estadounidense habrá abandonado Cuba al final de esta semana, indicó la AP. El movimiento es necesario "para minimizar el número de diplomáticos en riesgo de exposición al daño", dijo Tillerson.
El secretario de Estado afirmó que el Gobierno de Estados Unidos mantendrá las relaciones diplomáticas y la cooperación con el de Cuba mientras continúa la investigación sobre los "ataques acústicos". Pero advirtió que Washington tendrá en la Isla solo el personal indispensable, hasta que el Gobierno cubano pueda asegurar que los funcionarios estadounidenses están a salvo en su territorio.
Los ataques, de origen desconocido, han provocado a las víctimas pérdida permanente de la audición, migrañas, fatiga, deficiencias cognitivas y problemas para dormir. Algunas versiones también han mencionado "lesiones cerebrales leves".
Según la AP, personal de inteligencia estadounidense estuvo entre las primeras víctimas y las más afectadas.
Canadá también reportó cinco casos entre sus diplomáticos.