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Vivienda

Afectados por un derrumbe, sin soluciones y con las vidas en peligro

'Siempre te dan esperanzas, pero no resuelven', se quejan vecinos de Corrales 677 entre Carmen y Figura, que sufrieron el desplome de un techo.

La Habana

"Siempre te dicen palabras alentadoras, te dan esperanzas, pero no resuelven", dijeron a DIARIO DE CUBA los afectados por un derrumbe ocurrido el lunes a las 6:20 de la tarde, en el número 677 de la calle Corrales entre Carmen y Figura, municipio Habana Vieja.

El techo de dos habitaciones de la planta superior del inmueble colapsó, dejando atrapado bajo los escombros a un niño de 13 años, quien tuvo que ser rescatado por los bomberos. Afortunadamente, el derrumbe no causó heridas graves a ninguno de los habitantes de la casa.

Además del niño, la familia está compuesta por otras seis personas. Entre ellas hay dos ancianos y una mujer incapacitada por causa de un accidente.

"Están vivos porque fue por la tarde", dijo una vecina. "Si llega a ser de noche, el techo le cae encima a los que duermen es esos cuartos".

El martes 26 por la mañana, una brigada del Servicios Especiales de la Construcción (SECONS) apareció para apuntalar la planta baja y remover los escombros, que ya la familia había sacado al exterior del inmueble.

"Nosotros limpiamos esto y aseguramos", dijo uno de los trabajadores a DIARIO DE CUBA. "Arreglar o construir ya le toca a Vivienda".

En horas de la tarde del martes, aún no había sido enviado al lugar ningún inspector, arquitecto u otro especialista de Vivienda para evaluar la situación y dar una respuesta concreta a los afectados sobre las medidas a tomar por las autoridades.

"Por aquí no ha pasado nadie", aseguró a DDC uno de los miembros de la familia, quien además explicó que la vivienda fue declarada inhabitable desde 1967.

También desde hace años pesa sobre la casa una orden de demolición, según les informaron a sus habitantes las autoridades de Vivienda.

"Lo único que han hecho es proponernos un albergue una vez, pero en Santiago de las Vegas", comentaron. "Las condiciones de un albergue son muy duras y, además, hay montones de casas vacías que nos podrían asignar".

El primer derrumbe parcial lo sufrieron en junio, cuando un pedazo de techo cayó, alarmando a la familia. Desde entonces, han hecho diversas gestiones con Vivienda y el Poder Popular, sin resultado.

"A mí me dijeron que me podían dar un subsidio para reparar", explicó la señora incapacitada. "Pero primero me tienen que hacer un expediente por la incapacidad. Es un proceso".

Con este derrumbe, la familia perdió casi todos sus implementos de cocina y varios muebles. Se han visto reducidos a las habitaciones que conservan el techo. Estas también están en peligro de derrumbe y las paredes muestran severas rajaduras y desconchados.

"Lo que quieren es que aquí haya un muerto", expresó una vecina, refiriéndose a las autoridades de Vivienda. "Ese niño está vivo de milagro", concluyó.

La situación en la planta superior afecta también a los vecinos de la planta baja, que está siendo apuntalada por el SECONS.

"Mi casa está llena de agua", dijo la vecina de abajo. "Antes eran filtraciones, pero ahora es agua por todas partes. Aunque me apuntalen, mi problema no se va a arreglar hasta que se arregle el de ellos".

El delegado del Poder Popular, con quien también la familia ha hecho gestiones infructuosas, no se encontraba presente en el momento de la visita de DDC, pero sí se personó en la casa un funcionario que se identificó como del Consejo de Administración Municipal.

"Para darles una entrevista tengo que consultar con mi jefe", dijo. "Pero lo que sí puedo decir es que estamos buscando una solución para estas personas".

Esta respuesta es la misma que lleva recibiendo la familia hace años. Nada concreta, sin nombre para las soluciones y sin la premura que necesita una situación en la que están en riesgo vidas humanas.

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