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Educación

'Esas escuelas de las noticias estarán en Mayabeque y La Habana, aquí la realidad es otra'

Padres y profesores de Santiago de Cuba se quejan de reparaciones sin terminar, inmobiliario insuficiente y otras carencias.

Santiago de Cuba

Los maestros y el resto del personal docente llevan una semana preparando las escuelas para el inicio del curso escolar que, según la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, "será mejor que el anterior".

Los noticieros de la televisión estatal muestran reportajes de instituciones educacionales en los procesos finales de reparaciones y limpieza. Pero muchos maestros y profesores aseguran que solo han visto imágenes como esas en la pantalla.

"Esas escuelas de las noticias son de Mayabeque y La Habana, aquí la realidad es otra", dice una maestra del seminternado Manuel Ascunce, en Santiago de Cuba. "En mi escuela el cuartico está igualito, nada de pintura ni bombillos, así que otra vez hay que acudir al esfuerzo de todos los padres. Incluso hay aulas donde los muebles están incompletos. Espero que antes del día 4 por lo menos se dignen a enviar el mobiliario faltante".

La misma opinión tiene Juan David, padre que fue al seminternado Ignacio Agramonte en busca de información acerca de la fecha de recogida del material escolar.

"Parte de esta escuela entró en reparación el curso pasado por el mal estado en que estaba, pero por lo que vi se ha avanzado muy poco durante las vacaciones. Dicen que hay problemas con los materiales. Otra vez nos pasaremos el curso escolar con las reparaciones".

Muchos padres están preparando el curso desde el final del anterior.

Oneida lleva comprando forros para libros desde hace ya dos meses, descubrió por casualidad que por primera vez se están vendiendo en las oficinas de Correo.

"Son a tres pesos (moneda nacional). Mi niña va para tercero y me he gastado más de 30 pesos para cubrir libretas, libros y cuadernos de trabajo, además de los nylons para los libros que son a cinco pesos. Ya ando por 50".

Para Idania las cosas resultan más fáciles. "Gracias a Dios que el abuelo de mi hijo le trajo todo de Miami. Zapatos, medias, mochila, merendero, hasta un pequeño ventilador".

La primaria donde estudia su hijo es una antigua casona adaptada para escuela que no tiene las ventanas necesarias para que circule el aire.

"El ventilador de José es personal, solo para él", dice su madre. "Hace dos años, cuando estaba en cuarto grado, la maestra pidió un dólar (CUC) por alumno para comprar un ventilador para el aula. Al final del curso el ventilador se 'perdió'. Así que este lo llevamos y traemos a diario. Claro que el niño comparte, pero debe apuntarle a él".

Yanet está todavía luchando con los uniformes de sus mellizos. "Imagínate, los compré al finalizar el curso anterior. Mis hijos usan la talla seis, pero tuve que comprar la 12. Estuve esperando para ver si los cambiaba. Ahora sacaron otra vez y lo intenté, pero dicen que no hay cambios, solo compras. Tuve que llevarlos a una modista para que los hiciera nuevos. El trabajito me cuesta unos 80 pesos cada uno".

Los zapatos son otro problema. Cada curso escolar los padres tratan de comprar unos para todo el año; por lo tanto, deben ser resistentes para las clases en el aula y la Educación Física. Los zapatos de 120 pesos ofertados en las pocas tiendas en moneda nacional no son una buena inversión por su mala calidad, por ello los padres abarrotan las tiendas en divisas.

En una peletería en la calle Aguilera, una cola de clientes espera su turno bajo el sol del mediodía.

"Esto no es fácil", dice una mujer en la cola. "Tengo dos hijos y en esta tienda sacaron zapatos de 11 CUC, que son los que alcanzo a pagar".

Algunos recuerdan los zapatos colegiales, imprescindibles en los uniformes en décadas pasadas.

"Esos sí eran zapatos para todo el curso", comenta otra señora. "Y solo costaban nueve pesos".

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