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Emigración

Amnistía Internacional cuestiona la decisión de Australia de acoger a los balseros del faro

Hay 'gente en situación desesperada que no puede ser acogida' en el país, critica.

Sidney

Amnistía Internacional (AI) considera "inusual" la reciente acogida que dio Australia al grupo de balseros cubanos que llegó en 2016 a un faro de Florida y aún mantiene abierto un frente judicial para vivir en Estados Unidos, reporta EFE.

Sin previo aviso oficial, el 31 de julio arribaron a la ciudad de Brisbane, noreste de Australia, 17 cubanos que había sido realojados por un año en la base naval estadounidense de Guantánamo.

El ejecutivo de Camberra, que lleva adelante una dura política de inmigración y en los últimos 20 años ha acogido a más de medio millar de cubanos, se ha limitado desde entonces a esgrimir un acuerdo de cooperación con Estados Unidos de 1981.

"Es difícil entender qué está pasando y por qué este inusual grupo ha sido reubicado en Australia cuando hay un proceso legal (que les permite potencialmente ir a Estados Unidos)", declaró a EFE Graham Thom, coordinador para Refugiados de AI Australia.

El caso de los cubanos aún sigue en los tribunales de apelación, después de que la justicia de estadounidense determinara que no podían acogerse a la entonces vigente política "pies secos/pies mojados".

Mediante dicha política, cancelada en enero, los cubanos que pisaban suelo del país norteamericano podían quedarse, pero aquellos que eran interceptados en el mar antes de alcanzar la costa eran deportados a la Isla.

"¿Por qué acoger a este grupo a menos que se haya dado una negociación de la cual no nos hemos enterado? (...) Es muy extraño que Australia haya tomado a un grupo de personas que potencialmente puede ir a los Estados Unidos. Se trata de un caso muy inusual, un caso de 'alto perfil'", remarcó Thom.

La Administración del expresidente de Estados Unidos Barack Obama acordó con Australia acoger unos 1.200 refugiados que la nación oceánica tiene realojados en centros de la isla Manus (Papúa Nueva Guinea) y Nauru, y que Australia rechaza admitir en su territorio.

A cambio, Camberra se comprometió a recibir unos 30 refugiados centroamericanos, acuerdo que el actual presidente estadounidense, Donald Trump, tachó de "estúpido".

Australia, que se niega a calificar este pacto como "un intercambio" de refugiados, no ha precisado hasta la fecha si la llegada del grupo de cubanos forma parte de este tratado con EEUU.

Mientras, hay "gente en situación desesperada que no puede ser acogida" en Australia, por lo que a Thom le resulta extraña la solución adoptada.

"Muchos cubanos (en Australia) tienen familia en Estados Unidos y han intentado reunirse con ellos y terminan en el otro lado del mundo. De igual modo, mucha gente en Manus y Nauru tiene familia en Australia y pueden terminar en la otra parte del mundo", apuntó el activista, que no obstante celebró la llegada de los cubanos a Brisbane.

AI y otras organizaciones de derechos humanos han alertado sobre la situación de los solicitantes de asilo y refugiados que se encuentran desde hace años en los recintos auspiciados por Australia en Papúa y Nauru, en virtud de una política contra la inmigración ilegal condenada por varios organismos internacionales.

El activista denunció que unos 400 solicitantes de asilo que se encuentran en Australia recibiendo atención médica podrían retornar a los centros del Pacífico una vez el Gobierno australiano cierre el grifo de ayudas financieras.

"Ellos tienen problemas graves de salud, necesitan cuidados específicos", sentenció Thom al referirse a este grupo de "sin papeles" entre los que se cuentan a mujeres que han sido violadas o personas con severos traumas y que además podrían perder la posibilidad de ser acogidos por Estados Unidos.

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