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'Elecciones' 2018

Mayarí: Los 'factores revolucionarios' llaman a bloquear a los candidatos independientes

'Si llegan a tener un cargo, lo que van a hacer es poner patas para arriba a la Revolución', dicen.

Holguín

Recientemente tuvo lugar en la escuela rural del barrio de Guayabo, municipio Mayarí, Holguín, una singular reunión. Fueron convocados los "factores revolucionarios" del Consejo Popular, con vistas al "proceso electoral" que arranca en octubre próximo.

Este tipo de encuentros previos se realizan siempre, pero con otro nombre, que es el oficial: "Grupo Comunitario". El énfasis en la palabra "revolucionario" está relacionada con la singularidad de estas "elecciones", donde personas no vinculadas al Gobierno pretenden postularse como candidatos a delegados de circunscripción.

Según una participante en dicho encuentro que pidió mantenerse en el anonimato, la delegada Teresa Aguilera alertó: "Hay que tener cuidado al postular los candidatos, preparar bien a la gente, porque hay algunos que hablan muy bien, que demuestran mucha capacidad e inteligencia, pero que si llegan a tener un cargo lo que van a hacer es poner patas para arriba a la Revolución. No lo podemos permitir".

Un oficial de la Seguridad del Estado, invitado también, recalcó esa idea diciendo que es el "plan de la oposición".

Es interesante cómo se mueven los hilos del poder detrás de instituciones que deberían ser democráticas. Si en Cuba las elecciones no son partidistas por ley y lo que debe primar es el mérito a la hora de postular y elegir, ¿por qué no dejan que sean los propios vecinos espontáneamente quienes decidan dónde hay mayor o menor mérito?

No hay derecho a hacer campaña política, pero parecería ésta una reunión de campaña usando un organismo del Poder Popular, por ende, oficial. Si por vez primera puede darse la situación de que haya elección entre candidatos verdaderamente diferentes, ¿realmente estarán en igualdad de condiciones los independientes para mostrarse ante el pueblo?

Todo parece indicar que no. Un candidato independiente deberá regirse estrictamente por las normas, mientras que los oficialistas tienen desde ya al propio gobierno local haciendo campaña no solo por el voto, sino para evitar que tengan contrincantes opositores.

Ya hay antecedentes de elecciones en las que las biografías de candidatos opositores, única vía propagandística, estaban llenas de adjetivos que los estigmatizaban frente al pueblo, como "contrarrevolucionario", "asalariado del Imperio" o "mercenario".

Sin embargo, en las biografías de los candidatos oficiales todo siempre es meritorio. Por ejemplo, haber cumplido "misiones" de dudosa legitimidad en guerras internas de África o Latinoamérica se ensalza como signo de capacidad. Es un misterio digno de investigar qué relación puede guardar semejante hecho con la capacidad de liderar una comunidad y ayudar a su bienestar.

Un ejemplo puntual es el del diputado mayaricero Julio Estupiñán Rodríguez. En la década del 90 llegó a ser cuadro de la Unión de Jóvenes Comunistas, alcanzando la máxima dirección municipal. En el afán de que todos sus subordinados fueran universitarios, como quería Fidel Castro, se vio envuelto en un fraude que involucró a funcionarios de Educación y trabajadores de la ciencia. Explotó el escándalo porque le "resolvió" a una amiga un certificado falso para avalar una categorización científica y la Academia de Ciencias lo descubrió y denunció.

Fue separado deshonrosamente de su cargo, junto a todos los implicados. Trabajó fuera de la política hasta que algunos amigos se ubicaron en posiciones partidistas de poder en la provincia y en el municipio. Fue entonces promovido a cargos de dirección, con poder. Luego propuesto delegado, con el aval de tener capacidad para resolver problemas desde la jefatura. Después fue vice y, más tarde, presidente de la Asamblea Municipal y diputado. Ahora es presidente de la Asamblea Provincial de Holguín.

Nunca en su biografía se ha mencionado su mancha de fraude. Solo sus méritos "revolucionarios". Sin embargo, a un opositor le desfiguran su trayectoria con adjetivos despectivos para evaluar desempeños que en el resto del mundo se consideran meritorios.

Con semejante sistema electoral es casi imposible que exista una elección democrática, ni siquiera a este nivel de delegado de circunscripción, el único eslabón del sistema político cubano donde es el pueblo quien postula y elige.

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