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CRISIS MIGRATORIA

Una joven historiadora está recluida en un centro para emigrantes en Trinidad y Tobago

Lianet Lorenzo había solicitado refugio a las autoridades antes de ser detenida tres meses atrás. Teme su deportación a la Isla.

La Habana

Una joven historiadora cubana se encuentra recluida hace más de tres meses en un centro de detención para emigrantes en Trinidad y Tobago en riesgo de deportación hacia la Isla, después que se le venciera su permiso de estancia y solicitara refugio para quedarse en ese país.

Se trata de Lianet Lorenzo Pérez que, según informa el independiente Centro de Información Hablemos Press, se encontraba en una casa rentada en la nación caribeña cuando oficiales de emigración irrumpieron y se la llevaron detenida.

Vladimir Calderón Frías, amigo de Lorenzo Pérez, explicó al medio que la detención se produjo inmediatamente después que la joven se presentara para pedir refugio en las oficinas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Puerto España, en la capital de Trinidad y Tobago.

Precisó que funcionarios de esa entidad habían atendido a su amiga y que "ella estaba en espera de ser citada para una entrevista donde exponer su caso cuando fue detenida y encerrada".

La joven de 31 años, natural del municipio habanero de Arroyo Naranjo, es historiadora e investigadora, graduada en la Universidad de La Habana.

Según Hablemos Press, durante el año 2011 Lorenzo Pérez presidió la logia Acacia No. 25, ubicada en La Palma, Arroyo Naranjo, como parte de la Orden Hijas de la Acacia, creada por los masones en 1937 con el fin de dar participación a las mujeres en la labor social de la Masonería.

Trabajaba además en una oficina de conservación del patrimonio en La Habana Vieja. También estuvo vinculada a la Comisión Cubana de Derechos Humanos, donde recibía donaciones de medicamentos procedentes del exilio y las entregaba a necesitados mediante organizaciones de la sociedad civil cubana.

En conversación telefónica con el medio independiente, Lorenzo Pérez relató detalles de su relación con algunos opositores cubanos dentro de Cuba.

"Me trajo problemas con el régimen, me sentía insegura en mi propio país. Decidí marcharme, quería huir de la represión a la que somos sometidos los que disentimos del Gobierno o profesamos otra ideología", señaló.

Lorenzo hizo énfasis que en el tiempo que lleva en prisión sólo ha tenido la colaboración de un amigo cubano (Vladimir Calderón). "Él cuenta con pocos recursos, pero se esfuerza por proporcionarme algunas cosas que necesito en cautiverio", agradeció la joven.

"Aquí tengo que lidiar con personas que no tienen interés de trabajar y vivir en una sociedad libre donde se respetan los derechos de los ciudadanos", lamentó.

Hasta el momento, los funcionarios que atienden a los refugiados no se han interesado por su caso, según Calderón.

A Hablemos Press le fue imposible establecer una entrevista con los funcionarios de refugiados para conocer detalles del caso. Pese a ello, Lorenzo Pérez mantiene firme su deseo de no regresar a Cuba.

El programa de la ACNUR contempla la protección y la asistencia de aquellos que solicitan refugio. El Artículo 31 de la Convención de los Refugiados establece que no se debe penalizar a los refugiados por haber entrado a un país de modo ilegal si vienen directamente de un sitio en el que estaban en peligro y se han presentado ante las autoridades.

Otro derecho de los refugiados está estipulado en el artículo 33 de la Convención, el cual prohíbe la repatriación forzosa de los refugiados y se conoce como "non refoulement" ("sin rechazo", en francés).

La joven cubana denunció que "con las situaciones de acoso" que se le están presentando en prisión, prácticamente la "están obligando a regresar a Cuba".

“No obstante, resistiré. Prefiero permanecer encerrada en un país extraño a estar supuestamente libre en Cuba”, concluyó.

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