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Terrorismo

Emails de Clinton revelan un supuesto plan de Hezbolá para abrir una base en Cuba

El objetivo habría sido apoyar ataques terroristas contra objetivos israelíes en América Latina e identificar blancos británicos y estadounidenses.

Washington

Los servicios de inteligencia y seguridad israelíes (Mossad) supuestamente avisaron en 2011 a su Gobierno que el grupo extremista libanés Hezbolá estaba estableciendo una base en Cuba para apoyar ataques terroristas en América Latina, según un correo electrónico recibido por la entonces secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, y publicado el fin de semana por el Departamento de Estado.

El autor del mensaje es Sidney Blumenthal, un periodista y escritor especializado en política internacional a quien se describe como cercano a los Clinton.

Blumenthal dice en el correo haber obtenido la información de "fuentes extremadamente sensibles", a las que no identifica.

Aunque la operación de Hezbolá "va dirigida particularmente a intereses diplomáticos y negocios israelíes", las fuentes consideran que los efectivos del grupo, considerado terrorista por Washington, "han recibido instrucciones" para identificar "instalaciones de Estados Unidos y Reino Unido, tales como misiones diplomáticas, bancos y negocios en la región", señala Blumenthal.

Añade que sus fuentes creen que los jefes militares de Hezbolá en Líbano y Siria ven esas instalaciones como "objetivos de contingencia, que pueden ser atacados ante una intervención militar estadounidense o británica en Siria o Irán".

Blumenthal dice además en el mensaje a Clinton que la apertura de la oficina de Hezbolá en Cuba habría sido negociada directamente y en secreto por el líder de la organización, Hasan Nasrallah, "con el Gobierno cubano, particularmente el servicio de inteligencia cubano".

Nasrallah se habría comprometido a "mantener un perfil muy bajo en Cuba", explica Blumenthal a Clinton. También a "tomar medidas para borrar cualquier rastro de evidencia que pudiera implicar a Cuba en el caso de un ataque de Hezbolá en América Latina".

Según Blumenthal, sus fuentes no pudieron aclarar si la inteligencia cubana brindó asistencia en el establecimiento de la oficina de Hezbollah o en la creación de una cobertura para esta.

El confidente de Clinton afirma en su correo que el objetivo de Nasrallah sería vengar la muerte en Siria, en 2008, de uno de los jefes militares del grupo, Imad Mugniyeh, de la cual culpaba a Israel.

De acuerdo con las fuentes, Nasrallah consideró que un ataque en América Latina "sería un excelente gesto simbólico", ya que Mugniyeh era considerado el organizador un atentado contra la embajada israelí en Buenos Aires en 1992, indica Blumenthal.

Los estrategas militares de Hezbolá consideraban en 2011 que las mejor preparadas para este tipo de operaciones eran sus células en Paraguay, Brasil y Venezuela, si podían recibir un apoyo efectivo de la base en Cuba.

Estas células son descritas en el correo de Blumenthal como grupos relativamente pequeños que mantienen un perfil bajo y tienen su base de apoyo en comunidades libanesas.

Los correos de la exsecretaria de Estado han salido a la luz después de que un juez federal ordenara su publicación bajo la Ley de Libertad de Información.

El episodio forma parte del llamado "escándalo de los emails", surgido después de que se descubriera que Clinton usó su servidor privado de correo electrónico cuando trabajaba para el Gobierno, aunque la exsecretaria de Estado asegura que nunca envió por esa vía información clasificada.

El Gobierno de Barack Obama retiró hace menos de un año a La Habana de la lista estadounidense de estados patrocinadores del terrorismo.

Washington argumentó que el régimen cubano no había "proporcionado ningún apoyo al terrorismo internacional durante los últimos seis meses" y dijo que La Habana dio "garantías de que no respaldará actos de terrorismo internacional en el futuro".

No está claro si la supuesta oficina de Hezbolá en Cuba llegó a concretarse.

Por otra parte, se desconoce si las relaciones de La Habana con el grupo libanés fueron tratadas en las negociaciones con Washington para el restablecimiento de relaciones diplomáticas, paso al que Hillary Clinton, aspirante a la nominación demócrata a la presidencia, ha dado su apoyo.

Hezbolá está en la lista de grupos terroristas del Departamento de Estado desde 1997. La Unión Europea lo incluyo en la suya en 2013.

En noviembre de 2014, el director del estadounidense Center for a Secure Free Society, Joseph Humire, acusó La Habana de haber facilitado servicios de inteligencia a una red, con epicentro en Venezuela, dedicada a facilitar la llegada de militantes islamistas a América Latina.

Humire, citado por The Wall Street Journal, dijo que el Gobierno cubano habría respaldado el trabajo en ese sentido del  gobernador del estado venezolano de Aragua, Tarek Zaidan El Aissami.

El libanés Ghazi Nasr al-Din, nacionalizado venezolano y cercano colaborador de Tarek El Aissami, ingresó a principios de 2015 en la lista de personas buscadas por el FBI, que lo consideró el principal enlace entre el chavismo y Hezbolá.

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