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Opinión

Cuba en 2015: ¿un nuevo filón propagandístico?

Rihanna, Beyoncé, Jay-Z, Paris Hilton, Mick Jagger, Naomi Campbell, Kate Perry, Olga Tañón, Sting, Karl Lagerfeld...

Málaga

Cuando en abril de 2013 Beyoncé se plantó en La Habana, con sus sinuosas curvas de mulata y su andar despampanante, y se dejó fotografiar a plena luz del día por decenas de reporteros gráficos, seguramente no era consciente de que inauguraba otra alfombra roja, una larga e invisible alfombra roja que se extendería en el tiempo, atravesando de punta a punta la ciudad.

La estrella del pop visitaba la Isla acompañada por su esposo, el también cantante y productor musical Jay-Z, las madres de ambos y un séquito de hercúleos guardaespaldas, en un viaje con matices de privado y oficial, si resulta posible tal dicotomía. La visita era privada porque, según trascendió luego en varios medios de comunicación, la exitosa pareja de la industria de la música estadounidense escogía Cuba para celebrar su quinto aniversario de boda. Era oficial pues solicitaron una licencia, un visado de tipo cultural al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, hecho que los comprometió a pasarse por varios centros de enseñanza artística de La Habana.

Lo cierto es que, privada u oficialmente, Beyoncé y Jay-Z revolucionaron durante tres días las calles de La Habana mientras comían o cenaban en los célebres paladares  o paseaban a bordo de "almendrones", los coches clásicos norteamericanos típicos de la ciudad. Yo mismo fui testigo de cómo centenares de personas les montaron guardia frente al hotel Saratoga con tal de comprobar, al menos desde lejos, que —en efecto— una Cuba derruida podía acoger a personajes de semejante abolengo internacional. Fui testigo, además (¡oh, sorpresa!), de medios de prensa nacionales a los que "desde arriba" se les permitió difundir parte de la noticia, siempre de forma breve y muy sucinta, claro está. Evidentemente, "algo" se estaba ya cuajando.

Tendría que pasar "algo" en realidad potente para que otra estrella desfilase por la Isla: el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos el 17 de diciembre de 2014. Fue entonces que en febrero de 2015, Paris, heredera del imperio Hilton, documentaba a través de las redes sociales su paso por La Habana. Incluso, algunas fotos fueron tomadas en el otrora majestuoso hotel Habana Hilton, inaugurado por su bisabuelo Conrad en marzo de 1958, nacionalizado por Fidel Castro unos meses más tarde y convertido en el Habana Libre. Resulta que Paris y la supermodelo Naomi Campbell eran las invitadas de honor a una lujosa cena de gala organizada ¡por el Estado! durante el Festival Anual del Habano, así que —rodeadas de altos funcionarios gourmet— aprovecharon también para contonear sus cuerpos por emblemáticos sitios de la capital cubana.

Lo de Rihanna fue ya conmoción. Quien localice los vídeos que el pasado mayo "viralizaron" internet podrá ver a la artista barbadense posando sensual en varias esquinas de las barriadas El Cerro y Centro Habana, seguida por focos, flashes, maquilladores, y una marea humana que, desgañitándose, coreaba su nombre desde las aceras descuidadas y las azoteas, conservadas como pueda cada quien. El 6 de octubre se supo que Rihanna sería portada de la revista Vanity Fair en su edición de noviembre, y que aquellas imágenes, tomadas nada menos que por la fotógrafa de celebrities Annie Leibovitz, formaban parte de un amplio reportaje sobre la diva producido para esa publicación.

Pero, ¿dónde termina el interés real por Cuba, su cultura riquísima, su gente única, y comienza el filón propagandístico? ¿Hasta qué punto aparecer hoy en La Habana es garantía de aparecer mañana en las noticias? ¿Se está convirtiendo el país en un photocall, en una manera encubierta de obtener publicidad gratuita?

Por ejemplo, la inocente Katy Perry no se conformó con una visita. Quiso dos. La cantante, seleccionada por la revista Forbes como la artista con mayores ingresos en 2015, fue vista y reconocida el 10 de octubre en numerosos sitios de la vida nocturna habanera. Días más tarde, tras el impacto de sus primeras fotos en La Habana y después de haber ofrecido un concierto en Puerto Rico como parte de su gira "The Prismatic Worl Tour", volvió a Cuba y reacaparó titulares en un puñado de agencias de noticias, sobre todo por su encuentro en un bar con Mariela Castro, hija de Raúl Castro, en lo que pareció un diálogo acerca de los derechos de la comunidad LGTB, tema que ambas dicen defender.

Y el otro extremo: ¿quién publicita a quién? ¿No se trata acaso de un negocio recíproco en el que ambas partes —Cuba y el artista— deberían salir beneficiadas? ¿No está desaprovechando el Gobierno cubano esta irrepetible oportunidad para abrirse a la prensa rosa y, de paso, higienizar en el exterior la imagen de sus productos y mal afamados (por no decir paupérrimos) servicios? Porque, como señalé antes, me consta que en medios oficiales apenas han aparecido unas exiguas informaciones de los casos mencionados: aquellos que han convenido al Estado con el fin de politizarlos un poco.

Cuba interesa. Cuba está muy de moda y es hoy más exótica y turgente que nunca. Hay mucha expectación y cierto morbo en torno a lo que está ocurriendo y pueda pasar en Cuba. Entre otros, pregúntese, ¿cuál es uno de los motivos por los que está usted leyendo estas líneas?

Y no solo los extranjeros, haciendo piruetas y malabares para adquirir una propiedad o abrir un negocio allí que les resulte lucrativo, o las empresas e inversionistas foráneos (incluida Apple, el megalodón de las multinacionales), limándose los dientes para sacar algún beneficio de esta coyuntura, también los it people y quienes los representan han visto el filón, y no piensan dejarlo pasar.

El 3 de octubre, una foto de Mick Jagger en La Habana comenzó a circular por la red, y con ella el rumor de un posible concierto de Rolling Stones en el Estadio Latinoamericano para comienzos de 2016. Dos días más tarde, una aplicación que registra la actividad de los usuarios en Twitter aseguraba que durante las primeras 12 horas del lunes 5 de octubre se produjeron más de dos millones de impresiones a los términos cruzados "Mick Jagger+Cuba", con impacto en todo el universo de esa red social en sus diferentes idiomas.

Solo unas horas después, Dominic Miller, guitarrista de Sting, aseguraba en La Habana que el reconocido músico británico y exintegrante de Police deseaba presentarse en Cuba antes que los Rolling Stones, "porque esto es una carrera y quiere que seamos los primeros en hacer algo grande aquí".

Sí, 2015 ha sido un año de pocos cambios sustanciales y bastante faranduleo, coronado por sendas presentaciones de Olga Tañón en Santiago de Cuba y La Habana. El pan y circo de hace décadas, pero esta vez con glamour; mas si significa una pizca de alegría para mi pueblo, si gracias a ello un cubano puede cumplir su sueño de avistar o escuchar en directo al artista que prefiere, como en antaño, quien escribe estas líneas se da por satisfecho, aunque termino mis reflexiones preguntándome: ¿Por qué habrá un desfile de Chanel en La Habana el próximo 3 de mayo? ¿Por qué será Cuba el primer país latinoamericano donde desembarque la colección Crucero de esta casa de alta costura? ¿Por qué el excéntrico Karl Lagerfeld, como informara la marca en un comunicado, encuentra justamente ahora "una fuente de inspiración" en Cuba?

La mesa está puesta. ¡Personajes del mundo, servíos!

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