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Sociedad

¿Hay un movimiento afrodescendiente en Cuba?

Daysi Rubiera, Roberto Zurbano y Tomás Fernández Robaina en un panel de la Primera Jornada Cubana contra el Racismo.

La Habana

Como anunciaba el programa de la Primera Jornada Cubana contra el Racismo, el martes 18 de noviembre tuvo lugar el panel "Movimientos afrodescendientes en América Latina y el Caribe en el siglo XXI", en la Casa de la Poesía, ubicada en La Habana Vieja. Bárbara Danzié, historiadora del Archivo Nacional, fungió como moderadora, y los panelistas fueron Daysi Rubiera, Roberto Zurbano y Tomás Fernández Robaina, quienes hicieron sus presentaciones en ese orden.

La historiadora y escritora Daysi Rubiera presentó el libro Afrocubanas. Historia, pensamiento y prácticas culturales, compilación de textos realizada por ella y la fallecida teatróloga, narradora, feminista y activista, Inés María Martiatu. El volumen, como cuenta la autora, nació de la necesidad de visualizar a la mujer negra y el pensamiento afrofeminista cubano. Para ello, se dieron a la tarea de reunir textos con un discurso opuesto al que históricamente ha circulado sobre la mujer negra. Afrocubanas fue publicado en 2012 y aún puede adquirirse en algunas librerías de la capital.

Pero Afrocubanas no es solo este libro, sino un proyecto que se articula con la Red Barrial Afrodescendiente, la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana, La Red de Mujeres Cristianas y la Cátedra de Sexología de la Universidad de La Habana. Daysi Rubiera anunció la publicación de un segundo libro de ensayos, y cerró su presentación con el poema "La lucha es diferente y es la misma", de la poetisa Georgina Herrera, presente en el público.

El investigador Roberto Zurbano ofreció un amplio recorrido de los movimientos afrodescendientes en América y el Caribe, con énfasis en momentos importantes como la Revolución Haitiana, el movimiento de Marcus Garvey, el surgimiento del marxismo negro, las contradicciones entre el marxismo y los movimientos alternativos, los movimientos afrodescendientes durante los años 60 y 70, la aparición del zapatismo en México a principios de los noventa, y el surgimiento del rap con un discurso crítico.

Apuntó que estos movimientos en el continente, en la actualidad, tienen fuerte impacto en las elecciones presidenciales y mencionó los ejemplos de Ecuador y Brasil. Pero Zurbano ve en estos movimientos el peligro de quedar a la sombra de los partidos políticos, y de que sus líderes sean atrapados por el clientelismo.

Al referirse a la evolución de los movimientos afrodescendientes en Cuba, señaló la rebelión de Aponte como su inicio, y se refirió al Partido Independiente de Color, al movimiento negrista con Nicolás Guillén y otros exponentes. Roberto Zurbano no tuvo reparos en afirmar que a partir de la década del 60, el movimiento cubano quedó rezagado con respecto a los del resto del continente, debido a la subordinación al imperialismo soviético. El Gobierno cubano frenó inconscientemente ese movimiento, expresó, pero cuando tomó conciencia no hizo nada por remediarlo.

Zurbano además aclaró que aunque la mayor parte de los movimientos afrodescendientes en el mundo y en Cuba tienen tendencias de izquierda, "hay una diversidad que no debe asustar".

La presentación de Tomás Fernández Robaina consistió en hablar sobre su experiencia en México, Colombia y Brasil, y lo que tienen en común los reclamos de los afrodescendientes en Cuba y esos países, y en qué difieren, por ejemplo, en Cuba el acceso a la salud y a la educación son cuestiones resueltas.

Aunque comparte el optimismo de Fernando Ortiz, quien decía que en Cuba estaban creadas todas las condiciones para dar batalla al racismo, Fernández Robaina aseguró que Cuba es un país muy racista, y que el racismo cubano es muy hipócrita. Afirmó que ningún programa de enseñanza contiene una asignatura que enseñe la historia del negro; se cambió la asignatura Estudios Afrocubanos por Estudios Afrocaribeños, y ahora esta es opcional.

También cuestionó los censos según los cuales negros y mestizos constituyen 30 o 35% de la población cubana. Terminó haciendo notar que estaba hablando para las caras de siempre. La composición del público asistente al panel fue más o menos la misma de otros eventos teóricos sobre el tema, a pesar de la intención de ARAAC (Articulación Regional Afrodescendiente para América y el Caribe), principal promotora de la Primera Jornada contra el Racismo, de llegar a otros públicos con esta Primera Jornada Cubana contra el Racismo.

Para cerrar la actividad, el periodista Bienvenido Rojas presentó el libro El silencio de los garífunas, precedido por La voz de los garífunas. En preparación se encuentra Agua y fuego. Los tres libros son resultado de su trabajo en Honduras, donde entró en contacto con la etnia garífuna.

Tras la presentación, los asistentes tuvieron la oportunidad de adquirir el libro por el precio de cinco pesos en moneda nacional, después de algunas intervenciones de personas del público, a propósito de las exposiciones de los panelistas.

Tuve la oportunidad de acercarme al investigador Roberto Zurbano y preguntarle si en Cuba también el movimiento afrodescendiente está a la sombra de partidos políticos y corre el riesgo del clientelismo. Su respuesta fue que podría existir un movimiento afrodescendiente en Cuba, pero considera que no lo hay. Falta una base social en términos cuantitativos, ya que no puede hablarse de una membresía amplia, y en términos de estrategia social hacia la gente.

El trabajo presentado por Roberto Zurbano forma parte de un texto mucho más amplio en fase de preparación.

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