La nueva ley de inversión extranjera que la Asamblea Nacional debe aprobar en marzo, será más "profunda" que la actual, pues el capital foráneo podrá jugar un mayor papel que hasta ahora en la economía de la Isla, dijo un alto funcionario del sector, reporta la AFP.
"Los recursos extranjeros trascenderían ahora el papel de complemento a los esfuerzos inversionistas de la Isla y ocuparían un papel importante, incluso en áreas como la agricultura, donde no es frecuente la inversión foránea", afirmó Pedro San Jorge, director de Política Económica del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, citado este sábado por el semanario oficialista Opciones.
La Ley de Inversión Extranjera en vigor, aprobada en 1995, asigna al capital extranjero un papel de "complemento" a las inversiones estatales cubanas, cuyas acciones deben ser más del 50% en cada empresa mixta creada.
Solo en casos excepcionales, y por interés del país, esta proporción puede ser favorable al capital extranjero, que aporta principalmente tecnología y mercado.
San Jorge señaló que se ha decidido hacer la ley "mucho más profunda y ajustada a las circunstancias presentes del país".
En diciembre, Raúl Castro anunció una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional en marzo para aprobar la nueva ley de inversiones.
En opinión San Jorge, la legislación contribuiría a atraer capitales y tecnología de punta, además de generar nuevos empleos y coadyuvar a sustituir importaciones, aumentar las exportaciones, e impulsar la producción nacional.
"Se tienen que potenciar las capacidades del país para generar muchos de los productos que en estos momentos importamos", dijo.
Señaló que "en paralelo se trabaja en una nueva cartera de oportunidades de negocios, la cual debe tener también buena parte de sus estudios de prefactibilidad concluidos o avanzados".
Indicó que algunos de los cambios previstos en la nueva ley "estarán en línea" con la política adoptada para el desarrollo del megapuerto del Mariel, cuya primera fase se inaugurará el 28 de este mes.
La Zona de Desarrollo del Mariel comprende el megapuerto para barcos portacontendores de gran calado, y enclaves industriales y agrícolas en condiciones de zona franca.
Para su desarrollo, La Habana lleva a cabo una ofensiva en busca de inversiones extranjeras, en condiciones que, dice, son "favorables y atractivas".