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Sociedad

Reacciones: Los precios para la venta minorista de autos son 'una falta de respeto, un abuso, una burla más'

Cubanos que visitan las agencias estatales reaccionan con indignación ante el costo de los vehículos.

La Habana

Cubanos que se acercaron este viernes a las agencias estatales de La Habana, en el primer día de la venta "liberada" de vehículos nuevos y usados en la Isla, reaccionaron con indignación ante los altos precios impuestos por el Gobierno.

"Es ciencia ficción", "son unos abusadores", "¡que falta de respeto!", "¡Increíble!", eran algunos de los comentarios de las decenas de personas que miraban la lista de precios en la puerta de entrada de una agencia comercializadora en el barrio habanero de Miramar, reportó la AP.

El auto más barato y primero en venderse fue un BMW del año 1997 y costaba 14.457 dólares. Lo compró un joven que no quiso identificarse ni hacer comentarios. En la página web Blue Book de Estados Unidos un BMW de uso del mismo año cuesta 9.000 dólares.

En la comercializadora de Miramar, ubicada en 1ª y 20, un Renault Clio del año 2005 o un Polo de 2007, cuestan 25.000 dólares, en tanto un Hyundai Jeep del 2010 vale 90.000 y el más caro, un Hyundai del año 2010 está en 110.000 dólares.

En una página web de Hyundai en Estados Unidos, un Jeep Hyundai nuevo vale poco más de 15.000 dólares, mientras en otra página web de Renault UK, del 2005 cuesta 3.000.

Decepcionado, Gilbert Losada, director musical de 28 años, dijo a la AP: "Entre toda la familia aquí en Cuba y en Miami, no podemos reunir esa cantidad de dinero, nosotros podíamos comprar el BMW pero se vendió, ahora el más barato esta en 18.000 dólares. De momento nos quedamos sin auto, vamos a esperar a ver si bajan estos precios que son una locura".

Las personas naturales cubanas y los extranjeros residentes en la Isla "pueden adquirir en las entidades comercializadoras ciclomotores de combustión interna, motocicletas, autos, autos rurales, paneles, camionetas y microbuses", según dice la Gaceta Oficial número 46 con fecha del 31 de diciembre de 2013 que entró en vigor el 3 de enero.

Hasta la fecha los cubanos debían conseguir una carta del Ministerio de Transporte que los autorizaba a adquirir al Estado un automóvil por un valor determinado. La carta era otorgada como premio, o a músicos, deportistas y trabajadores que podían demostrar que contaban con el dinero ahorrado por su trabajo. Entre ellos médicos, técnicos y diplomáticos que salían del país en misiones internacionales.

Con la nueva disposición los clientes en posesión de la carta solo tuvieron prioridad para entrar primero a comprar, pero tienen que adquirir los autos a los nuevos precios.

Philip Peters, presidente del Centro de estudios sobre Cuba en Virginia, Estados Unidos, señaló que el Gobierno de la Isla utiliza altos precios en el sector minorista como una manera de poner impuestos a personas con altos ingresos. Algo que se aplica a todo, tanto a pastas alimenticias como a efectos electrodomésticos.

En el caso de los autos, Peters consideró que los precios astronómicos tendrá como consecuencia que serán menores las ventas.

"Se podría hacer mucho más dinero con precios más bajos", expresó Peters quien consideró que se trata de una mentalidad que solo tiene una visión a corto plazo. "Paradójicamente pusieron precios tan altos que no van a ganar dinero. Pero esa es la mentalidad", agregó.

Los precios,"en esencia representan un impuesto de lujo que impone el Gobierno a los nuevos ricos de Cuba", coincidió John Kirk, un experto de la Dalhousie University en Halifax, Canadá, citado por Reuters.

Otra agencia comercializadora de La Habana ofertó autos nuevos como un Peugeot 508 en 262.000 dólares, o un Kia Rio en 42.000. En la página web de Peugeot UK, el modelo más caro esta en 32.100 libras (unos 53.000 dólares) mientras según la página Kia de Gran Bretaña, un Kia Río se ofrece en 13.600.

"A ver si un obrero revolucionario, que vive honradamente de su salario, puede venir a comprar un carro (en Cuba) con estos precios", dijo molesto Guillermo Flores, un ingeniero informático de 27 años. Y agregó "sencillamente es una burla al pueblo, a todo el mundo, una (burla) más".

"Ni los Ferrari tienen estos precios en el mundo", protestó Juan Martínez, un médico de 67 años, citado por Reuters.

Después de que el gerente de una agencia diera la bienvenida a los clientes y les mostrara la lista de precios, una mujer preguntó: "¿Hay bicicletas?".

En la Isla el salario medio de un trabajador estatal no llega a los 20 dólares al mes.

"Tendré que resignarme a vivir sin auto", dijo Antonio Díaz, un marinero jubilado de 66 años y mostró la carta que le habían otorgado hace seis meses para comprar un auto de un valor de 5.000 CUC. "¿Qué voy a hacer con esta carta?, no puedo comprar nada, no tengo el dinero, era el auto de mi vejez, el que podía comprar por trabajar toda la vida", lamentó.

Según publicaron medios oficiales, los nuevos precios minoristas fueron fijados de modo "semejante" a los del mercado entre particulares, reportó EFE.

En diciembre el Gobierno dijo que la carta de autorización era un mecanismo ya "inadecuado" y "obsoleto" que se había convertido en una fuente de "especulación y enriquecimiento".

Añadió que un 30% de las ventas mediante ese mecanismo en agencias estatales en 2012 terminaron en cambios de propietario, lo que evidenció negocios de reventa de coches e incluso un mercado negro con las cartas de autorización.

Pero la solución encontrada por el Gobierno ha dejado en shock e irritados a los posibles interesados en comprar un auto.

"Con estos precios caemos en lo mismo porque los que van a poder comprar son los privilegiados o los bandoleros", opinó Alfredo Boué, cocinero de 25 años. Contó que su padre que trabaja en la compañía Cubana de Aviación tiene desde hace dos años asignada una carta mediante la cual podía comprar un auto de un valor de 8.000 dólares.

"Creo que los bandoleros no son los que están en la calle, son los que pusieron estos precios", dijo.

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