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Opinión

Bostezos de teniente coronel

Coincidiendo con el video filtrado aparecen varias noticias decisivas sobre las telecomunicaciones cubanas.

Madrid

Hace una semana se hizo público un video en el cual un especialista cibernético imparte una conferencia a oficiales de la contrainteligencia cubana. Esa filmación filtrada ha dado a pie a todas las suposiciones, incluidas las de su falsedad. Según tal presunción, habrían sido los mismos servicios secretos, nunca faltos de motivos para fabricar cortinas de humo, quienes la difundieron.

A riesgo de ser menos novelesco, supondré aquí que se trata de una verdadera filtración y que en ella puede encontrarse la perspectiva de trabajo de la contrainteligencia cubana tocante a ciberenfrentamiento. Una vez sentado esto, lo primero que llama la atención es el modo de hablar del conferencista. Lo chabacano de su dicción, su narración elemental. Como si en lugar de una conferencia estuviera contando, en alguna esquina habanera, la película de sábado o los pormenores de un videojuego.

"No acaban de calcular cómo funcionamos nosotros", explica, "que cogemos la bola, le echamos más candela y te la viramos para allá otra vez".

Es el hombre nuevo, podría decirse. El efecto de la pedagogía revolucionaria, el desinterés de décadas por las maneras correctas. Sin embargo, existen intelectuales (concedamos que el conferencista es un intelectual) educados dentro del sistema revolucionario sin esos vicios de dicción y con discurso menos burdo.

¿Habla así por poca vigilancia sobre el lenguaje? Más bien por lo contrario. Como intelectual ante jefes de tropa, procura que le perdonen sus estudios y especialización. Muestra su poquedad de intelectual frente al desprecio de unos oficiales, muestra el deseo de acogerse a la misma grosería que lo discrimina.

Aunque quizás se trata del mejor modo a su alcance para hacerse entender por ese público. El conferencista rebaja su disertación debido a lo difícil de enseñarles una materia tan sutil y escurridiza. "Esto, compañeros", advierte al comienzo, "es algo que hay que vivirlo, esto es algo muy difícil de explicar".

Descubre a un público de oficiales la conexión inalámbrica. Les descubre qué es unidad satelital BGAN, qué es Twitter y Facebook y Youtube y Flickr. "Un tarequito", suelta cada vez que le toca describir un equipo. Enumera las dificultades que esos tarequitos traen. Teléfonos con comunicación satelital, cuyo servicio puede ser pagado fuera de Cuba, "por tanto no dependen de nuestras redes ni pasan por nuestros mecanismos de supervisión".  Conexiones a internet no controlables. Y usuarios potenciales, una población ávida de fruta prohibida.

Da este ejemplo: "Si usted está en su casa, sentado con su laptop, y le sale un cartelito que dice 'Usted está conectado a internet', lo último que usted va a hacer es preguntar de dónde salió aquello". Quedan, por tanto, descartadas las denuncias. "Que venga alguien o se presente aquí o en cualquier lugar y diga: 'Oye, ahí yo estoy entrando a internet de gratis y no sé por qué', es casi nula la posibilidad".  (El conflicto, a juzgar por esta frase, parecería residir en la gratuidad inmerecida del servicio, no en el servicio mismo.)

La situación se ha hecho alarmante. "Esto es una dinámica de combate permanente, y no podemos perder la perspectiva de que internet es el campo de batalla y el enemigo tiene puestas sus tropas. Y nosotros no podemos salirnos del campo de batalla. Tenemos que entrar con la fuerza y el conocimiento de nuestra gente a combatir."

Una teniente coronel del público responde con un bostezo. A juzgar por algunos rostros del público, esos oficiales han entendido poco. Dirigen los mecanismos de supervisión de los que el conferencista habla, controlan las telecomunicaciones del país y, sin embargo, padecen la misma ignorancia a la que han condenado a la población. De tanto reprimir, han terminado empobrecidos ellos mismos e ignorantes. En cualquier otro país sería impensable que oficiales de su mismo rango no supieran lidiar con esos tarequitos.

Las comunicaciones como amenaza nacional

Con un horizonte tan chato delante, el conferencista no tiene más remedio que recurrir a otros jefes. Canta por ello las alabanzas de Hugo Chávez. Le dedica, cada vez que lo menciona, este cumplido: "No se parece a nadie". El líder venezolano sí que sabe hacer uso de las nuevas tecnologías.  Chávez es un río cibernético ido de madre, no hay red alguna capaz de apresarlo. Su número de seguidores en Twitter es monstruoso y crece cada día. Alguien le pide casa donde vivir y él ordena, por esa misma vía, que le busquen casa. Chávez-no-se-parece-a-nadie gobierna a través de Twitter. Incluso los servicios secretos venezolanos han implementado un canal en Twitter para que la población denuncie "la actividad enemiga".

La admiración del conferencista encuentra ya vencido a Fidel Castro. Es demasiado tarde para aquel que supo domar a su antojo a la televisión. Ha entrado en Twitter, sí, pero no alcanzó muchos seguidores y tuvo que ser Chávez, haciéndose seguidor suyo, quien le multiplicara la audiencia. (El cable viene siempre de Venezuela. Y a nadie le pasa por la cabeza un Raúl Castro twittero.)

Se ha abierto un mundo muy distinto, difícil de rastrear, que apenas deja trazas. Un mundo donde los equipos trabajan sin antenas, sin cables, sin contrato con la empresa telefónica local.  Donde la oposición recibe premios en lugar de pagos directos. (El conferencista traza este paralelo: "El dinero de la droga usted lo lava para que no se sepa de dónde salió. El dinero de la subversión usted lo lava a través de premios.) Un mundo donde la nostalgia pasa por alto diferencias políticas, y los antiguos discípulos se compinchan dondequiera que vivan. "Tratan de romper las barreras ideológicas a partir de estos nexos generacionales", rezonga el conferencista. 

El objetivo principal del enemigo consiste en "crear una plataforma tecnológica fuera del control de las autoridades cubanas y que permita de alguna manera el libre flujo de comunicación entre los ciudadanos cubanos". Pero ciudadanos elegidos a propósito por el enemigo (y este parecería ser el peligro, no el libre flujo de comunicación): opositores y blogueros.

Su disertación recuerda lo ocurrido en Ucrania durante la Revolución Naranja y en Irán durante la Revolución Verde. "El mundo iba allí normal", dice de ambos países. Tanto en Ucrania como en Irán la vida transcurría conciliada con los bostezos oficiales. Hasta que irrumpió el poder sublevante de las nuevas tecnologías…

Quien esperara sorprender en esta filtración un discurso franco, aquel que tendrían que utilizar entre sí la policía secreta, se habrá sentido defraudado. Lo dicho en esta hora de filmación podría monologarse en cualquiera de las mesas redondas de la televisión cubana. ¿Y por qué habría de ser inverosímil que los agentes de la contrainteligencia se expresaran, como lo hace este conferencista, en los mismos términos que el discurso oficial? ¿Acaso el desvelo goebbelsiano de transformar mentiras en verdades a fuerza de repetirlas no obliga a una versión única hasta en la intimidad?

En su conferencia hay, sin embargo, una advertencia acerca del lenguaje a desarrollar públicamente. Quizás se trata del único momento de desapego entre ambos discursos, secreto y oficial. El conferencista avisa a la audiencia que el enemigo intenta manipular "el lenguaje de nosotros". La batalla se vuelve filológica, y él declara que el término "bloguero" no ha de levantar suspicacias ni rechazos. Toca hacer con ese término lo mismo que antes hicieran con "democracia" y "sociedad civil": arrebatárselo al enemigo y domesticarlo.

"Ser bloguero no es malo", reza en su ética de videojuego. "Ellos tienen sus blogueros y nosotros tenemos nuestros blogueros".

Cita de cada bando un par de ejemplos y, curiosamente, quienes representan a la blogosfera oficial operan bajo seudónimos. Como si tuviesen que cultivar secretamente sus simpatías, sintieran temor de represalias o fueran ellos los opositores.

Filtración + noticias recientes

Hace tres años, también en los primeros días de febrero, se produjo la filtración de otra reunión filmada, aquella de Ricardo Alarcón con estudiantes y profesores de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI). Sin dudas, lo más memorable de ella fue el intercambio entre uno de los estudiantes y el presidente de la Asamblea Nacional. Pero más sustanciosas resultaron ser las noticias acerca de la "Operación Verdad" dadas (en la versión más larga, publicada luego) por uno de los profesores.

Se trataba de un comando de trescientos estudiantes encargados de monitorear internet en busca de los sitios de discusión política sobre Cuba. (El lector interesado en el tema podrá encontrar más detalles en mi libro Villa Marista en plata.) Y si aquella filmación traía noticias sobre el activismo oficial en los chats, ahora esta aporta detalles acerca de la blogosfera oficial, y acerca de los temores y desvelos de los especialistas en ciberenfrentamiento. (Abundan también las referencias a los planes hacia Cuba de diversas instituciones estadounidenses. Aunque para conocer éstos basta con visitar las páginas de esas instituciones o leer la prensa miamense que sirviera de fuente al conferencista.)

Este video se ha filtrado por los mismos días en que aparecen varias noticias decisivas tocante a las telecomunicaciones cubanas. Y, aunque se trata de una grabación realizada hace varios meses, resulta tentador preguntarse qué querrá decir a la luz de tales noticias. Y viceversa: qué significan dichas noticias una vez conocido el video.

La primera de estas noticias es la llegada a Cuba del cable submarino desde Venezuela. Una segunda noticia habla de la discusión por parte del Ministerio de Justicia y del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de un proyecto de ley de telecomunicaciones que regulará "los derechos mínimos de cada ciudadano en materia de las nuevas tecnologías". (Ya los "Lineamientos de la Política Económica y Social" de cara al próximo congreso del Partido Comunista consideraban a las telecomunicaciones como asunto estratégico para el desarrollo y la defensa del país.)

Y, por último, una tercera noticia habla de la recuperación del control total de las comunicaciones por parte del gobierno. Cierta empresa que tomó su nombre de los hermanos Raúl y Fidel Castro ha comprado la participación extranjera que cabía en ETECSA. Acción prudente, dados los recientes levantamientos en el mundo árabe. (La compañía telefónica británica Vodafone denunció hace unos días que fue obligada por el gobierno de Egipto a enviar mensajes contrarios a las revueltas. Mubarak y familia se habrían ahorrado esa denuncia en caso de ejercer control total sobre la telefonía egipcia.)

En la Cuba del video filtrado los blogueros oficialistas se esconden detrás de seudónimos, los oficiales a cargo de reprimir las telecomunicaciones parecen desconocer lo más elemental de ellas, Fidel Castro twittero aumenta en seguidores gracias a Hugo Chávez, llega desde Venezuela el cable submarino, y la telefonía se hace completo patrimonio del Estado. El mundo (para utilizar las palabras del conferencista de la filmación filtrada) va normal allí. 

Por ahora.

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